Talált 24 Eredmények: rasgó
Al regresar Rubén al pozo, ya no encontró a José. Rasgó sus vestidos (Génesis 37, 29)
Al verla, Jefté rasgó sus ropas y gritó: «Hija mía, me has destrozado; tú has salido para desgracia mía. Pues hice a Yavé un voto insensato y ahora no puedo volverme atrás.» (Jueces 11, 35)
Entonces David rasgó su vestidura y lo mismo hicieron los que estaban con él. (2 Samuel 1, 11)
Tamar tomó un poco de tierra y se la echó en su cabeza, rasgó su túnica y poniéndose las manos en la cabeza, se fue gritando. (2 Samuel 13, 19)
El rey se levantó, rasgó sus vestiduras y se acostó en el suelo; sus servidores también rasgaron sus vestiduras, pero permanecieron de pie a su lado. (2 Samuel 13, 31)
Ajías tomó el manto nuevo que llevaba, lo rasgó en doce pedazos (1 Reyes 11, 30)
Cuando Ajab oyó estas palabras, rasgó sus ropas y se puso un saco sobre el cuerpo, ayunó y se acostó con el saco puesto, y andaba cabizbajo. (1 Reyes 21, 27)
Al leer la carta el rey, rasgó sus vestidos para manifestar su indignación: «Yo no soy Dios para dar muerte o vida. ¡Y el rey de Aram me manda a este hombre para que lo sane! Reconozcan y vean que busca pretextos de guerra.» (2 Reyes 5, 7)
Cuando el rey oyó las palabras de la mujer, rasgó sus vestiduras. Estaba sobre la muralla y el pueblo vio que bajo su túnica llevaba un saco. (2 Reyes 6, 30)
El rey estaba de pie junto a la columna, como era costumbre, y a su lado estaban los oficiales y las trompetas. Los ciudadanos estaban llenos de alegría y tocaban las trompetas. Al ver esto, Atalía rasgó sus vestidos y gritó: «¡Traición! ¡Traición!» (2 Reyes 11, 14)
Cuando terminaron de hablar, el rey Ezequías rasgó sus vestiduras, se puso un saco y se fue a la Casa de Yavé. (2 Reyes 19, 1)
Al escuchar lo que decía el libro, el rey rasgó sus vestidos (2 Reyes 22, 11)