Talált 149 Eredmények: regreso de los setenta

  • Viendo los amonitas que los arameos emprendían la fuga, huyeron también ellos ante Abisay, hermano de Joab, y volvieron a la ciudad, mientras que Joab regresó a Jerusalén. (1 Crónicas 19, 15)

  • Sacó de la ciudad a todos sus habitantes y los hizo despedazar con sierras, con trillos de dientes de acero y con hoces. Así hizo con todas las ciudades de los amonitas. Luego David regresó con todo su ejército a Jerusalén. (1 Crónicas 20, 3)

  • Joab entregó a David la cifra del censo del pueblo: había en todo Israel un millón cien mil hombres capaces de manejar las armas, y en Judá, cuatrocientos setenta mil. (1 Crónicas 21, 5)

  • Yavé, pues, envió la peste sobre Israel y murieron setenta mil hombres. (1 Crónicas 21, 14)

  • Salomón alistó setenta mil hombres para transportar cargas, ochenta mil canteros en el monte y tres mil seiscientos capataces para ellos. (2 Crónicas 2, 1)

  • De ellos destinó setenta mil para el transporte de cargas, ochenta mil para las canteras en las montañas y tres mil seiscientos como capataces para hacer trabajar al pueblo. (2 Crónicas 2, 17)

  • El rey Salomón retribuyó a la reina de Saba lo que ella le había traído. Además le dio todo cuanto ella quiso pedir. Después se volvió ella y regresó a su país con sus servidores. (2 Crónicas 9, 12)

  • Después de que regresó Amasías de su victoria sobre los edomitas, introdujo los dioses del pueblo de Seir, y los escogió para que fueran dioses suyos y postrándose ante ellos les quemó incienso. (2 Crónicas 25, 14)

  • El número de los holocaustos ofrecidos fue de setenta bueyes, cien carneros y doscientos corderos; todos ellos consumidos por el fuego para Yavé. (2 Crónicas 29, 32)

  • derribó los altares, demolió los troncos sagrados y las estatuas y las redujo a polvo, y destruyó las piedras paradas en toda la tierra de Israel. Después regresó a Jerusalén. (2 Crónicas 34, 7)

  • Así se cumplió la palabra de Yavé, por boca de Jeremías: «Hasta que el país haya pagado sus sábados, quedará desolado y descansará todos los días hasta que se cumplan los setenta años.» (2 Crónicas 36, 21)

  • de los hijos de Adín, Ebed, hijo de Atalía, y con él setenta hombres; (Esdras 8, 6)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina