Talált 290 Eredmények: sueños de José

  • pero delante de ellos envió a un hombre, a José, vendido como esclavo. (Salmos 105, 17)

  • José, en el tiempo de su desgracia, observó el mandamiento de Dios y pasó a ser el señor de Egipto. (1 Macabeos 2, 53)

  • Dejó el resto del ejército bajo el mando de José, hijo de Zacarías, y Azarías, para defender la tierra de Judea, (1 Macabeos 5, 18)

  • José, hijo de Zacarías, y Azarías, quedaron al frente del ejército. Al conocer las hazañas que aquéllos habían realizado, (1 Macabeos 5, 56)

  • José y Azarías fueron derrotados y perseguidos hasta las fronteras de Judea, y aquel día cayeron cerca de dos mil israelitas. (1 Macabeos 5, 60)

  • entonces, dividió el ejército en cuatro cuerpos. Al frente de cada uno, puso a sus hermanos: Simón, José y Jonatán, con mil quinientos hombres cada uno. (2 Macabeos 8, 22)

  • El Macabeo, dejando a Simón, José Zaqueo y a los que con ellos estaban, con fuerzas suficientes para mantener el asedio, se marchó donde más falta hacía su presencia. (2 Macabeos 10, 19)

  • porque habían sido informados por los sueños que los habían perturbado. No debían sucumbir sin saber por qué tenían que sufrir. (Sabiduría 18, 19)

  • Las esperanzas vanas y engañosas son para los imbéciles: los sueños dan alas a los insensatos. (Sirácides (Eclesiástico) 34, 1)

  • Contar con los sueños es como perseguir una sombra o correr tras el viento. (Sirácides (Eclesiástico) 34, 2)

  • Lo que se ve en sueños no es más que un reflejo: la persona ve su propia imagen. (Sirácides (Eclesiástico) 34, 3)

  • Predicciones, visiones y sueños son tan vacíos como los fantasmas de una mujer en cinta. (Sirácides (Eclesiástico) 34, 5)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina