Talált 127 Eredmények: sumo

  • Mientras la Ciudad Santa gozaba de una paz completa y las leyes eran observadas lo mejor posible, gracias a la piedad del sumo sacerdote Onías y su repudio a toda maldad, (2 Macabeos 3, 1)

  • Pero un tal Simón, sacerdote de la tribu de Bilgá, administrador del Templo, se enemistó con el Sumo Sacerdote porque decía que a él le correspondía la fiscalización de los mercados de la ciudad. (2 Macabeos 3, 4)

  • Llegado a Jerusalén, fue recibido amigablemente por la ciudad y el Sumo Sacerdote, al que informó de la denuncia que habían hecho. Hizo saber el motivo de su visita, preguntando si las cosas eran realmente así. (2 Macabeos 3, 9)

  • El Sumo Sacerdote explicó que se trataba de unos depósitos pertenecientes a huérfanos y viudas. (2 Macabeos 3, 10)

  • No se podía mirar el rostro del Sumo Sacerdote sin quedar impresionado, pues su aspecto y su palidez demostraban la angustia de su alma. (2 Macabeos 3, 16)

  • Uno se sentía conmovido al ver aquella muchedumbre postrada desordenadamente en tierra y al Sumo Sacerdote muy angustiado. (2 Macabeos 3, 21)

  • El Sumo Sacerdote, por su parte, temía que el rey sospechara alguna maquinación de los judíos contra Heliodoro, y ofreció un sacrificio por su salud. (2 Macabeos 3, 32)

  • Mientras el Sumo Sacerdote ofrecía el sacrificio de expiación, se aparecieron otra vez a Heliodoro los mismos jóvenes, vestidos de la misma manera, y poniéndose ante él le dijeron: «Da gracias al Sumo Sacerdote Onías, pues por él te concede el Señor la gracia de vivir; (2 Macabeos 3, 33)

  • Cuando el rey Seleuco dejó la presente vida, su hijo Antíoco, por sobrenombre Epífanes, le sucedió en el trono. Entonces Jasón, hermano del sumo sacerdote Onías, usurpó su puesto, (2 Macabeos 4, 7)

  • El paganismo se propagó por la influencia de Jasón, que tenía más de impío que de Sumo Sacerdote. Las costumbres griegas estaban tan de moda, (2 Macabeos 4, 13)

  • Menelao se hizo presentar al rey, a quien impresionó por su aire de persona de autoridad, y logró el cargo de Sumo Sacerdote, ofreciendo trescientos talentos de plata más que Jasón. (2 Macabeos 4, 24)

  • Así, provisto del mandato real, regresó sin nada digno de un sumo sacerdote, sino más bien con el furor de un cruel tirano y la rabia de una fiera salvaje. (2 Macabeos 4, 25)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina