Talált 53 Eredmények: temas

  • Después de estos sucesos, Yavé dirigió su palabra a Abram en una visión, y le dijo: «No temas, Abram, yo soy tu protector. Tu recompensa será muy grande.» (Génesis 15, 1)

  • Dios oyó los gritos del niño, y el Angel de Dios llamó desde el cielo a Agar y le dijo: «¿Qué te pasa, Agar? No temas, porque Dios ha oído al niño gritando de donde está. (Génesis 21, 17)

  • Yavé se le apareció aquella misma noche y le dijo: «Yo soy el Dios de tu padre Abrahán. No temas, porque yo estoy contigo. Te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abrahán, mi servidor.» (Génesis 26, 24)

  • «Aquí estoy», contestó él. Y Dios prosiguió: «Yo soy Dios, el Dios de tu padre. No temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en una gran nación. (Génesis 46, 3)

  • Yavé le dijo a Moisés: "No temas: Lo he puesto en tus manos junto con todo su pueblo y todo su territorio. Lo tratarás como a Sijón, rey de los Amoritas, que vivía en Jesbón". (Números 21, 34)

  • Desde el cielo te hizo oír su voz, para que lo temas, y sobre la tierra viste su gran fuego: desde en medio del fuego oíste sus palabras, (Deuteronomio 4, 36)

  • Mas no temas, acuérdate de lo que hizo Yavé, tu Dios, con Faraón y con todos los egipcios; (Deuteronomio 7, 18)

  • Ahora, pues, Israel, ¿qué es lo que pide Yavé, tu Dios, sino que temas a Yavé, tu Dios, que sigas todos sus caminos y que lo ames y lo sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma? (Deuteronomio 10, 12)

  • Yavé irá delante de ti. El estará contigo; no te dejará ni te abandonará. No temas, pues, ni te desanimes.» (Deuteronomio 31, 8)

  • No temas ni te asustes, porque contigo está Yavé, tu Dios, adondequiera que vayas.» (Josué 1, 9)

  • Luego Yavé dijo a Josué: «No temas ni te acobardes. Marcha con todos tus guerreros contra la ciudad de Hay. Entregaré en tus manos a su rey y a su pueblo, la ciudad y su territorio. (Josué 8, 1)

  • Entonces Yavé dijo a Josué: «No los temas, porque los he puesto en tus manos y ninguno de ellos te podrá resistir.» (Josué 10, 8)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina