Talált 79 Eredmények: visión

  • y oí una voz humana, sobre el río Ulay, que gritaba: «Gabriel, explícale la visión. (Daniel 8, 16)

  • El se acercó al lugar donde yo estaba. Cuando llegó, me asusté y caí de bruces. Me dijo: «Hijo de hombre, entiende; esta visión se refiere al tiempo del fin.» (Daniel 8, 17)

  • Es verdad lo que dijo la visión de las mañanas y las tardes, pero tú guarda en secreto la visión, pues se cumplirá en tiempos remotos. (Daniel 8, 26)

  • Entonces, yo, Daniel, me desmayé y estuve enfermo unos cuantos días. Luego me levanté para ocuparme de los asuntos del rey. Seguía espantado por la visión y no la comprendía. (Daniel 8, 27)

  • En ese momento, Gabriel, aquel que había visto al principio de la visión, se acercó a mí, volando, (Daniel 9, 21)

  • Mientras estabas orando se pronunció una palabra y he venido a comunicártela porque Dios te ha elegido. Presta, pues, atención a esta palabra y entiende la visión (Daniel 9, 23)

  • El tercer año del reinado de Ciro, rey de Persia, Dios entregó un mensaje a Daniel, por sobrenombre Beltsasar. Este mensaje hablaba de fidelidad y de gran angustia. Daniel se fijó en estas palabras y prestó atención a la siguiente visión. (Daniel 10, 1)

  • Sólo yo, Daniel, contemplé esta visión; los hombres que estaban conmigo no la vieron, pero cayó un gran temor sobre ellos y huyeron a esconderse. (Daniel 10, 7)

  • Quedé, pues, yo solo contemplando esta visión. Estaba sin fuerzas. Se me desfiguró la cara y quedé absolutamente sin vigor. (Daniel 10, 8)

  • y he venido a decirte lo que ocurrirá a tu pueblo en los tiempos venideros. Porque también la presente visión se refiere a esos días. (Daniel 10, 14)

  • pero un personaje de aspecto humano me tocó los labios. Entonces abrí la boca para hablar y dije al que estaba delante de mí: «Señor mío, ante esta visión me invade la angustia y ya no tengo fuerzas. (Daniel 10, 16)

  • Entonces muchos se levantarán contra el rey del sur y los violentos de tu pueblo se alzarán contra él, confiados en una visión, pero fracasarán. (Daniel 11, 14)


“Todas as graças que pedimos no nome de Jesus são concedidas pelo Pai eterno.” São Padre Pio de Pietrelcina