Talált 1883 Eredmények: Abraham padre de muchas naciones

  • Porque si la herencia se recibe en virtud de la Ley, ya no es en virtud de la promesa. Y en realidad, Dios concedió su gracia a Abraham mediante una promesa. (Gálatas 3, 18)

  • Entonces, ¿para qué sirve la Ley? Ella fue añadida para multiplicar las transgresiones, hasta que llegara el descendiente de Abraham, a quien estaba destinada la promesa; y fue promulgada por ángeles, a través de un mediador. (Gálatas 3, 19)

  • Y si ustedes pertenecen a Cristo, entonces son descendientes de Abraham, herederos en virtud de la promesa. (Gálatas 3, 29)

  • En efecto, hasta la edad fijada por su padre, está bajo la dependencia de sus tutores y administradores. (Gálatas 4, 2)

  • Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abba!, es decir, ¡Padre! (Gálatas 4, 6)

  • Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos: uno de su esclava y otro de su mujer, que era libre. (Gálatas 4, 22)

  • Llegue a ustedes la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. (Efesios 1, 2)

  • Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, (Efesios 1, 3)

  • Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les conceda un espíritu de sabiduría y de revelación que les permita conocerlo verdaderamente. (Efesios 1, 17)

  • Porque por medio de Cristo, todos sin distinción tenemos acceso al Padre, en un mismo Espíritu. (Efesios 2, 18)

  • Por eso doblo mis rodillas delante del Padre, (Efesios 3, 14)

  • Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos. (Efesios 4, 6)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina