Talált 105 Eredmények: Caer

  • Yo mismo pondré un espíritu en él y, apenas oiga una noticia, regresará a su país; y yo lo haré caer bajo la espada en su propio país". (Isaías 37, 7)

  • Pero te va a suceder una desgracia, que no sabrás conjurar; va a caer sobre ti un desastre, que no podrás aplacar; te va a sobrevenir de improviso una catástrofe que no imaginabas. (Isaías 47, 11)

  • Hice a sus viudas más numerosas que la arena de los mares; hice venir en pleno mediodía un devastador sobre las madres de los jóvenes guerreros; hice caer de repente sobre ellas la angustia y el pánico. (Jeremías 15, 8)

  • Yo frustraré en este lugar el designio de Judá y de Jerusalén; los haré caer delante de sus enemigos por la espada y por la mano de aquellos que atentan contra su vida, y entregaré sus cadáveres como pasto a las aves del cielo y a los animales de la tierra. (Jeremías 19, 7)

  • Consagraré contra ti destructores, cada uno con sus armas; ellos talarán tus cedros escogidos y los harán caer en el fuego. (Jeremías 22, 7)

  • Y ahora, así habla el Señor, el Dios de Israel, a esta ciudad de la que ustedes dicen: "Va a caer en manos del rey de Babilonia, por la espada, el hambre y la peste". (Jeremías 32, 36)

  • Entonces se comprarán campos en este país del que ustedes dicen: "Es un país desolado, sin hombres ni animales, que va a caer en manos de los caldeos". (Jeremías 32, 43)

  • Babilonia también tiene que caer por las víctimas de Israel, así como cayeron por Babilonia las víctimas de toda la tierra. (Jeremías 51, 49)

  • Están sentados en el suelo, silenciosos, los ancianos de la hija de Sión; se han cubierto la cabeza de polvo, se han vestido con un sayal. Dejan caer su cabeza hasta el suelo las vírgenes de Jerusalén. (Lamentaciones 2, 10)

  • Si llega a caer fuego sobre el templo de estos dioses de madera recubiertos de oro y plata, sus sacerdotes huirán y se pondrán a salvo, mientras que ellos se quemarán como postes. (Baruc 6, 54)

  • Dirás: Montañas de Israel, escuchen la palabra del Señor. Así habla el Señor a las montañas y a las colinas, a los cauces de los torrentes y a los valles: Yo haré caer la espada sobre ustedes y haré desaparecer sus lugares altos. (Ezequiel 6, 3)

  • Sus altares serán devastados, sus braseros para el incienso serán destrozados y haré caer los cadáveres de ustedes delante de sus ídolos. (Ezequiel 6, 4)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina