Talált 20 Eredmények: Caigan

  • Tú has sido bondadoso con tu servidor y me has demostrado tu gran misericordia, salvándome la vida. Pero yo no podré huir a las montañas, sin que antes caigan sobre mí la destrucción y la muerte. (Génesis 19, 19)

  • El Señor hará que caigan derrotados todos los enemigos que se alcen contra ti: vendrán a atacarte por un camino y por siete caminos huirán de ti. (Deuteronomio 28, 7)

  • el Señor no lo perdonará. Al contrario, la ira y los celos del Señor se encenderán contra ese hombre, hasta que cada una de las sanciones enumeradas en este Libro caigan sobre él, y el Señor borre su nombre de la tierra. (Deuteronomio 29, 19)

  • ¡que los sorprenda un desastre imprevisto; que sean atrapados por sus propias redes, y caigan en la fosa que ellos mismos cavaron! (Salmos 35, 8)

  • Que caigan en lo más profundo de la tierra los que buscan mi perdición; (Salmos 63, 10)

  • Aunque caigan mil a tu izquierda y diez mil a tu derecha, tú no serás alcanzado: (Salmos 91, 7)

  • Que se acumulen sobre ellos carbones encendidos, que caigan en lo profundo y no puedan levantarse. (Salmos 140, 11)

  • ¡Caigan los malvados en sus propias redes, mientras yo paso sin hacerme daño! (Salmos 141, 10)

  • Dales su merecido a este hombre y a su ejército, y que caigan al filo de la espada. Acuérdate de sus blasfemias y no les des tregua". (I Macabeos 7, 38)

  • Entonces la palabra del Señor les sonará así: sau lasau, sau lasau, cau lacau, cau lacau, un poco aquí, otro poco allí, a fin de que caigan de espaldas al caminar, se destrocen y queden enredados en la trampa. (Isaías 28, 13)

  • Por eso, entrega sus hijos al hambre y déjalos a merced de la espada. ¡Que sus mujeres se queden sin hijos y sin marido, que sus hombres mueran víctimas de la peste, que sus jóvenes caigan bajo la espada en el combate! (Jeremías 18, 21)

  • Tú les dirás: Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Beban hasta embriagarse, vomiten y caigan para no levantarse más, delante de la espada que yo envío en medio de ustedes! (Jeremías 25, 27)


“Na igreja se fala somente com Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina