Talált 1281 Eredmények: Cristo Jesús

  • Jesús le dijo: «No se lo digas a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega la ofrenda que ordenó Moisés para que les sirva de testimonio». (Mateo 8, 4)

  • Jesús le dijo: «Yo mismo iré a curarlo». (Mateo 8, 7)

  • Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: «Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. (Mateo 8, 10)

  • Y Jesús dijo al centurión: «Ve, y que suceda como has creído». Y el sirviente se curó en ese mismo momento. (Mateo 8, 13)

  • Cuando Jesús llegó a la casa de Pedro, encontró a la suegra de este en cama con fiebre. (Mateo 8, 14)

  • Al verse rodeado de tanta gente, Jesús mandó a sus discípulos que cruzaran a la otra orilla. (Mateo 8, 18)

  • Jesús le respondió: «Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde reclinar la cabeza». (Mateo 8, 20)

  • Pero Jesús le respondió: «Sígueme, y deja que los muertos entierren a sus muertos». (Mateo 8, 22)

  • Después Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron. (Mateo 8, 23)

  • De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía. (Mateo 8, 24)

  • Cuando Jesús llegó a la otra orilla, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros. Eran tan feroces, que nadie podía pasar por ese camino. (Mateo 8, 28)

  • Los demonios suplicaron a Jesús: «Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara». (Mateo 8, 31)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina