Talált 29867 Eredmények:

  • Después vi que otro Ángel descendía del cielo con gran poder, mientras la tierra se iluminaba con su resplandor. (Apocalipsis 18, 1)

  • Y gritó con voz potente: «¡Ha caído, ha caído Babilonia, la grande! Se ha convertido en refugio de demonios, en guarida de toda clase de espíritus impuros y en nido de aves impuras y repugnantes. (Apocalipsis 18, 2)

  • Porque todos los pueblos han bebido el vino embriagante de su prostitución, los reyes de la tierra han fornicado con ella y los comerciantes del mundo se han enriquecido con su lujo desenfrenado». (Apocalipsis 18, 3)

  • En seguida oí otra voz que venía del cielo y decía: «Ustedes, que son mi pueblo, huyan de esa ciudad, para no hacerse cómplices de sus pecados ni ser castigados con sus plagas. (Apocalipsis 18, 4)

  • Porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo y Dios se ha acordado de sus iniquidades. (Apocalipsis 18, 5)

  • Páguenle con su propia moneda, retribúyanle el doble de lo que ha hecho, sírvanle una porción doble en la copa de sus brebajes. (Apocalipsis 18, 6)

  • Provóquenle tormentos y dolor en la medida de su fastuosidad y de su lujo. Porque ella se jacta, diciendo: Estoy sentada como una reina, no soy viuda y jamás conoceré el duelo. (Apocalipsis 18, 7)

  • Por eso, en un solo día, caerán sobre ella las plagas que merece: peste, llanto y hambre. Y será consumida por el fuego, porque el Señor Dios que la ha condenado es poderoso». (Apocalipsis 18, 8)

  • Los reyes de la tierra, que fornicaron con ella y compartieron su vida lujosa, al ver la humareda del incendio, llorarán y se lamentarán por ella, (Apocalipsis 18, 9)

  • manteniéndose a distancia ante el horror de sus tormentos: «¡Ay, ay! ¡La gran Ciudad, Babilonia, la ciudad poderosa! Bastó una hora para que recibieras tu castigo». (Apocalipsis 18, 10)

  • También los comerciantes de la tierra lloran y están de duelo por ella, porque ya nadie les compra sus mercancías: (Apocalipsis 18, 11)

  • objetos de oro y de plata; piedras preciosas, perlas, telas de lino y de púrpura, de seda y de escarlata; maderas aromáticas; objetos de marfil, de maderas finas, de bronce, de hierro y de mármol; (Apocalipsis 18, 12)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina