Talált 12 Eredmények: Dagón

  • Guederot, Bet Dagón, Naamá, Maquedá: en total, dieciséis ciudades con sus poblados. (Josué 15, 41)

  • Luego daba vuelta hacia el oriente, hasta Bet Dagón, y remontando hacia el norte, tocaba Zabulón y el valle de Iftajel. Después continuaba hasta Bet Emec y Neiel, e iba a terminar en Cabul. Al norte, el territorio comprendía (Josué 19, 27)

  • Los príncipes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a Dagón, su dios, y para hacer grandes festejos. Ellos decían: "Nuestro dios nos ha puesto en las manos a Sansón, nuestro enemigo". (Jueces 16, 23)

  • Allí tomaron el Arca de Dios, la introdujeron en el templo de Dagón y la expusieron al lado de Dagón. (I Samuel 5, 2)

  • A la mañana siguiente, los asdoditas se levantaron bien temprano, y encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. Lo recogieron y lo volvieron a poner en su sitio. (I Samuel 5, 3)

  • Pero a la mañana siguiente, cuando los asdoditas se levantaron, encontraron a Dagón caído en el suelo, boca abajo, ante el Arca del Señor. La cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos yacían cortadas sobre el umbral, y no le quedaba más que el tronco. (I Samuel 5, 4)

  • Por eso, hasta el día de hoy los sacerdotes de Dagón y los que entran en su templo, en Asdod, no pisan el umbral. (I Samuel 5, 5)

  • Al ver lo que sucedía, los asdoditas dijeron: "Que el Arca del Señor no se quede entre nosotros, porque su mano es dura contra nosotros y contra Dagón, nuestro dios". (I Samuel 5, 7)

  • Depositaron las armas de Saúl en el templo de su dios y colgaron su cabeza en el templo de Dagón. (I Crónicas 10, 10)

  • La caballería se desbandó por la llanura, y los fugitivos huyeron a Azoto y entraron en la Casa de Dagón, el templo de su ídolo, para ponerse a salvo. (I Macabeos 10, 83)

  • Jonatán incendió a Azoto y a las ciudades vecinas y se apoderó del botín. También incendió el templo de Dagón, con todos los que se habían refugiado en él. (I Macabeos 10, 84)

  • Cuando estuvo cerca de Azoto le mostraron el templo de Dagón incendiado, la ciudad y sus alrededores en ruinas, los cadáveres esparcidos y los restos calcinados de los que habían sido quemados en la batalla, porque los habían amontonado por donde iba a pasar el rey. (I Macabeos 11, 4)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina