Talált 38 Eredmények: Huir

  • Beriá y Semá fueron jefes de familia de los habitantes de Aialón, los que obligaron a huir a los habitantes de Gat. (I Crónicas 8, 13)

  • El rey Roboám envió a Adorám, el encargado del reclutamiento, pero los israelitas lo mataron a pedradas. Y el mismo rey Roboám tuvo que subir precipitadamente a su carro para huir a Jerusalén. (II Crónicas 10, 18)

  • Yo repliqué: "¿Va a huir un hombre como yo? ¿Y qué hombre de mi condición podría entrar en el Templo y permanecer con vida? ¡No entraré!". (Nehemías 6, 11)

  • También enterré a los que mandó matar Senaquerib cuando tuvo que huir de Judea, después del castigo que le infligió el Rey del Cielo por todas las blasfemias que había proferido. Lleno de cólera, Senaquerib mató a muchos israelitas: yo ocultaba sus cuerpos para enterrarlos, y aunque él los buscaba, no podía encontrarlos. (Tobías 1, 18)

  • Se lo hostiga sin compasión y tiene que huir de la mano que lo hiere. (Job 27, 22)

  • Las flechas no lo hacen huir, las piedras de la honda se convierten en estopa. (Job 41, 20)

  • Simón partió para Galilea y luego de librar muchos combates con los paganos, los derrotó, los obligó a huir (I Macabeos 5, 21)

  • le opusieron resistencia. Él tuvo que huir y se retiró de allí muy amargado para volver a Babilonia. (I Macabeos 6, 4)

  • Judas les respondió: "¡Eso nunca! No podemos huir ante ellos. Si es que ha llegado nuestra hora, muramos valientemente por nuestros hermanos, sin que nuestra gloria sufra menoscabo". (I Macabeos 9, 10)

  • Entonces Simón hizo avanzar sus escuadrones y atacó a la infantería, porque la caballería estaba extenuada: así los derrotó y los obligó a huir. (I Macabeos 10, 82)

  • Todas las tropas dadas de baja por Demetrio se pusieron de su parte y lucharon contra Demetrio, lo derrotaron y lo obligaron a huir. (I Macabeos 11, 55)

  • De esta manera Jasón, que había suplantado a su propio hermano, fue suplantado a su vez por otro, y se vio forzado a huir a la región de Amán. (II Macabeos 4, 26)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina