Talált 1682 Eredmények: Jesús convierte agua en vino

  • También deberás ofrecer, con el holocausto o el sacrificio, un litro y medio de vino como libación para cada cordero. (Números 15, 5)

  • y como libación -como ofrenda de aroma agradable al Señor- ofrecerás dos litros y cuarto de vino. (Números 15, 7)

  • y como libación ofrecerás tres litros y medio de vino. Estas son ofrendas que se queman con aroma agradable al Señor. (Números 15, 10)

  • Yo te doy lo mejor del aceite, del vino y del trigo, o sea, las partes escogidas que los israelitas presentan al Señor. (Números 18, 12)

  • En seguida lavará su ropa y se bañará con agua; después podrá entrar de nuevo en el campamento, pero será impuro hasta la tarde. (Números 19, 7)

  • El que haya quemado la vaca lavará su ropa, se bañará con agua y será impuro hasta la tarde. (Números 19, 8)

  • Un hombre que no haya incurrido en impureza recogerá las cenizas de la vaca y las depositará fuera del campamento, en un lugar puro. Así la comunidad de los israelitas las tendrá reservadas para preparar el agua lustral, que se usará en el rito de purificación. (Números 19, 9)

  • El tercero y el séptimo día se purificará con el agua lustral, y será puro; y si no se purifica el tercero y el séptimo día, no será puro. (Números 19, 12)

  • Cualquiera que toque un cadáver -el cuerpo de un hombre que ha muerto- y no se purifique, mancha la Morada del Señor y será excluido de Israel. Como no ha sido rociado con el agua lustral, permanece impuro: su impureza todavía está sobre él. (Números 19, 13)

  • Para aquel que es impuro, se tomará un poco de ceniza de la víctima quemada para la purificación, y se la mezclará con agua viva dentro de un recipiente. (Números 19, 17)

  • Luego una persona pura tomará un ramillete de hisopo, lo sumergirá en el agua, y rociará la carpa, las vasijas y las personas que estuvieron allí o que tocaron los huesos, la persona asesinada o que murió de muerte natural, o la tumba. (Números 19, 18)

  • La persona pura rociará a la impura el tercero y el séptimo día, y al séptimo la habrá purificado. Esta última lavará su ropa y se bañará con agua, y al atardecer será pura. (Números 19, 19)


“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina