Talált 101 Eredmények: Leyes

  • ¿Conoces las leyes de los cielos? ¿Regulas su dominio sobre la tierra? (Job 38, 33)

  • a fin de observar sus mandamientos y cumplir fielmente sus leyes. ¡Aleluya! (Salmos 105, 45)

  • Meditaré tus leyes y tendré en cuenta tus caminos. (Salmos 119, 15)

  • Instrúyeme en el camino de tus leyes, y yo meditaré tus maravillas. (Salmos 119, 27)

  • Soy amigo de todos tus fieles, de los que cumplen tus leyes. (Salmos 119, 63)

  • Algunos de ellos serán apostados en las principales fortalezas del rey y otros ocuparán cargos de confianza en el reino. Sus jefes y oficiales serán elegidos entre ellos y todos podrán vivir conforme a sus leyes, tal como lo ha dispuesto el rey para el país de Judá. (I Macabeos 10, 37)

  • y los exhortó, diciéndoles: "Ustedes saben muy bien todo lo que yo, mis hermanos y la familia de mi padre hemos hecho por las leyes y el Santuario, y las guerras y tribulaciones que hemos soportado. (I Macabeos 13, 3)

  • recuperaron el Santuario célebre en todo el mundo, liberaron la ciudad y restablecieron las leyes que estaban en peligro de ser abolidas, porque el Señor, en su gran benignidad, se mostró propicio con ellos- (II Macabeos 2, 22)

  • Cuando la Ciudad santa se encontraba en completa paz y las leyes se observaban a la perfección, gracias a la piedad y a la rectitud del Sumo Sacerdote Onías, (II Macabeos 3, 1)

  • Al bienhechor de la ciudad, al defensor de sus compatriotas, al ferviente cumplidor de las leyes, se atrevía a calificarlo de conspirador contra el Estado. (II Macabeos 4, 2)

  • Porque no se violan en vano las leyes divinas: así lo va a demostrar la etapa siguiente. (II Macabeos 4, 17)

  • Su conducta perversa tuvo un final desastroso. Acusado ante Aretas, soberano de los árabes, huyó de ciudad en ciudad; perseguido por todos, aborrecido como transgresor de las leyes y abominado como verdugo de su patria y de sus conciudadanos, fue a parar a Egipto. (II Macabeos 5, 8)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina