Talált 142 Eredmények: Manasés

  • Los descendientes de Manasés fueron los siguientes: Asriel, que fue hijo de su concubina aramea, la cual dio a luz también a Maquir, padre de Galaad. (I Crónicas 7, 14)

  • El hijo de Ulám fue Bedán. Estos son los hijos de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés. (I Crónicas 7, 17)

  • En poder de los hijos de Manasés estaban Bet Seán, Tanac, Meguido y Dor, todos ellos con sus respectivos poblados adyacentes. En estas ciudades habitaban los hijos de José, hijo de Israel. (I Crónicas 7, 29)

  • En Jerusalén habitaron descendientes de Judá, de Benjamín, de Efraím y de Manasés. (I Crónicas 9, 3)

  • También algunos hombres de Manasés se plegaron a David, cuando él iba con los filisteos a combatir contra Saúl; pero esa gente no pudo ayudarlo porque los príncipes de los filisteos, reunidos en consejo, lo despidieron, diciendo: "Él se pondrá de parte de Saúl, su señor, a costa de nuestras vidas". (I Crónicas 12, 20)

  • Cuando regresó a Siquelag, se plegaron a él algunos de la tribu de Manasés: Adná, Iozabad, Iediael, Micael, Iozabad, Elihú y Siletai, jefes de mil hombres en Manasés. (I Crónicas 12, 21)

  • Hombres de la tribu de Manasés: 18.000 designados nominalmente para ir a proclamar rey a David. (I Crónicas 12, 32)

  • Hombres de la Transjordania, es decir, de Rubén, de Gad y de la mitad de la tribu de Manasés: 120.000, provistos de toda clase de armas de guerra. (I Crónicas 12, 38)

  • Los hermanos de Ieriías -2.700 jefes de familia, hombres de gran valor- fueron puestos por el rey David al frente de los rubenitas, de los gaditas y de la mitad de la tribu de Manasés, en todos los asuntos referentes a Dios y al rey. (I Crónicas 26, 32)

  • De los descendientes de Efraím: Oseas, hijo de Azazías. De la mitad de la tribu de Manasés: Joel, hijo de Pedaías. (I Crónicas 27, 20)

  • De la mitad de la tribu de Manasés, en Galaad: Idó, hijo de Zacarías. De Benjamín: Iaasiel, hijo de Abner. (I Crónicas 27, 21)

  • Luego reunió a todo Judá y Benjamín, y a los hombres de Efraím, de Manasés y de Simeón que residían con ellos, porque mucha gente de Israel se había pasado a Asá, al ver que el Señor, su Dios, estaba con él. (II Crónicas 15, 9)


Uma filha espiritual perguntou a Padre Pio: “O Senhor cura tantas pessoas, por que não cura esta sua filha espiritual?” Padre Pio respondeu-lhe em voz baixa: “E não nos oferecemos a Deus?” São Padre Pio de Pietrelcina