Talált 1081 Eredmények: Padre
Jacob llegó a la casa de su padre Isaac, en Mamré, en Quiriat Arbá -la actual Hebrón- donde también había residido Abraham. (Génesis 35, 27)
Esta es la descendencia de Esaú, padre de Edóm, en la montaña de Seír. (Génesis 36, 9)
Los hijos de Sibeón: Aiá y Aná. Este es el mismo Aná que encontró las aguas termales en el desierto, mientras apacentaba los rebaños de su padre Sibeón. (Génesis 36, 24)
Magdiel e Irám. Estos son los clanes de Edóm que residen en sus propios territorios. Esaú es el padre de Edóm. (Génesis 36, 43)
Mientras tanto, Jacob estaba instalado en el territorio donde su padre había residido como extranjero, en la tierra de Canaán. (Génesis 37, 1)
Esta es la historia de Jacob. José tenía diecisiete años, y apacentaba el rebaño, ayudando a sus hermanos, los hijos de Bilhá y Zilpá, las mujeres de su padre. En cierta ocasión, refirió a Jacob lo mal que se hablaba de ellos. (Génesis 37, 2)
Pero cuando se lo contó a su padre, este lo reprendió diciéndole: "¿Que significa ese sueño que has tenido? ¿Acaso yo, tu madre y tus hermanos vendremos a postrarnos en tierra delante de ti?". (Génesis 37, 10)
Y sus hermanos le tenían envidia, pero su padre reflexionaba sobre todas estas cosas. (Génesis 37, 11)
Un día, sus hermanos habían ido hasta Siquém para apacentar el rebaño de su padre. (Génesis 37, 12)
Su padre añadió: "Ve a ver cómo les va a tus hermanos y al rebaño, y tráeme noticias". Y lo envió desde el valle de Hebrón. Cuando José llegó a Siquém, (Génesis 37, 14)
Y agregó: "No derramen sangre. Arrójenlo en esa cisterna que está allá afuera, en el desierto, pero no pongan sus manos sobre él". En realidad, su intención era librarlo de sus manos y devolverlo a su padre sano y salvo. (Génesis 37, 22)
Después enviaron a su padre la túnica de mangas largas, junto con este mensaje: "Hemos encontrado esto. Fíjate bien si es la túnica de tu hijo, o no". (Génesis 37, 32)