Talált 33 Eredmények: Recogieron

  • Josafat y su pueblo fueron a saquear los despojos y encontraron mucho ganado, provisiones, ropa y objetos preciosos: fue tanto lo que recogieron que no se lo podían llevar. Emplearon tres días en saquear el botín, porque era muy abundante. (II Crónicas 20, 25)

  • Primero inmolaron los terneros, y los sacerdotes recogieron la sangre y con ella hicieron una aspersión sobre el altar. Luego inmolaron los carneros y con su sangre hicieron una aspersión sobre el altar. Después inmolaron los corderos y con sus sangre hicieron una aspersión sobre el altar. (II Crónicas 29, 22)

  • los diez hijos de Amán, hijo de Hamdatá, el opresor de los judíos. Los mataron, pero no recogieron ningún botín. (Ester 9, 10)

  • Así, los judíos de Susa se reunieron una vez más el día catorce del mes de Adar y mataron allí a trescientos hombres, pero no recogieron ningún botín. (Ester 9, 15)

  • En cuanto a los demás judíos de las provincias reales, también se reunieron para defender sus vidas y así se libraron de los ataques de sus adversarios: ellos mataron a setenta y cinco mil entre sus enemigos, pero no recogieron ningún botín. (Ester 9, 16)

  • Cuando recogieron el botín, Judas se quedó con la espada de Apolonio, y desde entonces siempre combatió con ella. (I Macabeos 3, 12)

  • Judas volvió entonces al campamento para saquearlo, y recogieron gran cantidad de oro y plata, telas de púrpura violeta y de púrpura marina, y muchas otras riquezas. (I Macabeos 4, 23)

  • Después recogieron piedras sin tallar, como lo prescribe la Ley, y erigieron un nuevo altar, igual que el anterior. (I Macabeos 4, 47)

  • Después incendiaron la ciudad y recogieron ese mismo día un cuantioso botín, salvando así al rey. (I Macabeos 11, 48)

  • Heliodoro cayó en tierra, envuelto en una densa oscuridad, y en seguida lo recogieron y lo sacaron en una camilla. (II Macabeos 3, 27)

  • Una vez que recogieron las armas y se llevaron los despojos del enemigo, se pusieron a celebrar el sábado, bendiciendo y alabando una y otra vez al Señor, que los había salvado aquel día, concediéndoles así las primicias de su misericordia. (II Macabeos 8, 27)

  • Recogieron cuidadosamente las armas de los enemigos y las depositaron en lugares estratégicos, llevando a Jerusalén el resto del botín. (II Macabeos 8, 31)


"Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina