Talált 784 Eredmények: Red

  • La gente de Israel se había puesto de acuerdo con los que estaban emboscados, para que estos levantaran una humareda desde la ciudad, (Jueces 20, 38)

  • Y agregaron: "¡Que los sobrevivientes de Benjamín tengan herederos, para que no desaparezca una tribu de Israel! (Jueces 21, 17)

  • Él respondió: "En esas condiciones yo no puedo comprar, porque perjudicaría a mis herederos. Ejerce tú mi derecho, porque yo no puedo hacerlo". (Rut 4, 6)

  • Todo Israel, desde Dan hasta Berseba, supo que Samuel estaba acreditado como profeta del Señor. (I Samuel 3, 20)

  • El Señor envió entonces a Ierubaal, a Bedán, a Jefté y a Samuel; así los libró de sus enemigos de alrededor, y ustedes vivieron seguros. (I Samuel 12, 11)

  • Una vez que Saúl asumió el poder real sobre Israel, hizo la guerra a todos sus enemigos de alrededor: a Moab, a los amonitas, a Edóm, a los reyes de Sobá y a los filisteos. Dondequiera que iba, salía victorioso. (I Samuel 14, 47)

  • Saúl dijo a Samuel: "He pecado, porque transgredí la orden del Señor y tus palabras. Tuve miedo del pueblo y escuché su demanda. (I Samuel 15, 24)

  • De pronto, Saúl empuñó la lanza, pensando: "Voy a clavar a David contra la pared". Pero David esquivó el golpe una y otra vez. (I Samuel 18, 11)

  • Saúl trató de clavarlo contra la pared con la lanza. Pero David esquivó el golpe de Saúl, y la lanza se clavó en la pared. En seguida David huyó y se puso a salvo. Aquella misma noche, (I Samuel 19, 10)

  • Como lo hacía habitualmente, ocupó su asiento contra la pared, Jonatán se puso enfrente y Abner se sentó al lado de Saúl; pero el puesto de David quedó vacío. (I Samuel 20, 25)

  • Luego fue al lugar donde acampaba Saúl y observó el sitio donde estaban acostados Saúl y Abner, hijo de Ner, el jefe de su ejército: Saúl estaba acostado en el centro, y la tropa acampaba alrededor de él. (I Samuel 26, 5)

  • David y Abisai llegaron de noche, mientras Saúl estaba acostado, durmiendo en el centro del campamento. Su lanza estaba clavada en tierra, a su cabecera, y Abner y la tropa estaban acostados alrededor de él. (I Samuel 26, 7)


“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina