Talált 242 Eredmények: Salió
Entonces su marido fue detrás de ella, para hablarle al corazón y hacerla volver. Él llevaba consigo un servidor y dos asnos. La joven lo hizo entrar en la casa de su padre, y este, al verlo, le salió al encuentro lleno de alegría. (Jueces 19, 3)
Por la mañana, su marido se levantó, abrió la puerta de la casa y salió para continuar su camino. Al ver a la mujer, su concubina, que estaba tendida a la puerta de la casa, con la mano sobre el umbral, (Jueces 19, 27)
pero también aquel segundo día Benjamín les salió al encuentro desde Guibeá, y dejó tendidos por tierra a dieciocho mil israelitas, todos ellos armados de espada. (Jueces 20, 25)
Y la palabra de Samuel llegó a todo Israel. En aquellos días, los filisteos se reunieron para combatir contra Israel. Israel les salió al encuentro para el combate, y acamparon en Eben Ezer, mientras los filisteos acampaban en Afec. (I Samuel 4, 1)
Ellos subieron a la ciudad. Mientras entraban, les salió al encuentro Samuel, que subía al lugar alto. (I Samuel 9, 14)
Cuando salió de su trance profético, Saúl regresó a su casa. (I Samuel 10, 13)
Apenas terminó de ofrecer el holocausto, llegó Samuel, y Saúl salió a su encuentro para saludarlo. (I Samuel 13, 10)
Del campamento filisteo salió un cuerpo de asalto dividido en tres grupos: uno tomó la dirección de Ofrá, hacia el país de Sual; (I Samuel 13, 17)
Entonces salió del campo filisteo un luchador llamado Goliat, de Gat, que medía casi tres metros de altura. (I Samuel 17, 4)
Al reanudarse la guerra, David salió a combatir contra los filisteos; les infligió una gran derrota y ellos huyeron ante él. (I Samuel 19, 8)
A la mañana siguiente, Jonatán salió al campo en compañía de un joven servidor, según lo convenido con David, (I Samuel 20, 35)
David llegó a Nob, donde estaba el sacerdote Ajimélec. Este salió a su encuentro muy asustado y le dijo: "¿Por qué estás tú solo, sin nadie que te acompañe?". (I Samuel 21, 2)