Talált 55 Eredmények: Yugo

  • Así me ha hablado el Señor: Fabrícate unas ataduras y unas barras de yugo, y ajústalas a tu cuello. (Jeremías 27, 2)

  • En cuanto a la nación o al reino que no lo sirva a él, a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y que no someta su cuello al yugo del rey de Babilonia, yo castigaré a esa nación con la espada, el hambre y la peste -oráculo del Señor- hasta hacerla desaparecer completamente por medio de él. (Jeremías 27, 8)

  • En cambio, a la nación que someta su cuello al yugo del rey de Babilonia y lo sirva, yo la instalaré en su propio suelo -oráculo del Señor- para que lo cultive y habite en él. (Jeremías 27, 11)

  • Yo hablé a Sedecías, rey de Judá, en estos mismos términos: Sometan su cuello al yugo del rey de Babilonia, sírvanlo a él y a su pueblo, y vivirán. (Jeremías 27, 12)

  • "Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Yo he quebrado el yugo del rey de Babilonia! (Jeremías 28, 2)

  • Y también a Jeconías, hijo de Joaquím, rey de Judá, y a todos los deportados de Judá que fueron a Babilonia, los haré volver a este lugar -oráculo del Señor- cuando yo quiebre el yugo del rey de Babilonia". (Jeremías 28, 4)

  • Luego dijo, en presencia de todo el pueblo: "Así habla el Señor: De esta misma manera, dentro de dos años, yo quebraré el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, que está encima del cuello de todas las naciones". Y el profeta Jeremías se fue por su camino. (Jeremías 28, 11)

  • Porque así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Yo he puesto un yugo de hierro sobre todas estas naciones, para que sirvan a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y ellas lo servirán; hasta los animales del campo se los he dado". (Jeremías 28, 14)

  • Aquel día -oráculo del Señor de los ejércitos- yo quebraré el yugo de su cuello y romperé sus ataduras. Ya no servirán a extranjeros, (Jeremías 30, 8)

  • Él ha vigilado mis rebeldías, ellas se entrelazan en su mano. Su yugo está sobre mi cuello, hace flaquear mi fuerza. El Señor me ha puesto en unas manos a las que no puedo resistir. (Lamentaciones 1, 14)

  • Es bueno para el hombre cargar con el yugo desde su juventud. (Lamentaciones 3, 27)

  • Somos empujados con el yugo al cuello, estamos fatigados, no nos dan respiro. (Lamentaciones 5, 5)


“Padre Pio disse a um filho espiritual: Trabalhe! Ele perguntou: No que devo trabalhar, Padre? Ele respondeu: Em amar sempre mais a Jesus!” São Padre Pio de Pietrelcina