Talált 314 Eredmények: cabeza

  • Cortó el carnero en pedazos y los hizo arder, junto con la cabeza y la grasa. (Levítico 8, 20)

  • Luego hizo traer el segundo carnero, el carnero del sacrificio de la consagración. Aarón y sus hijos impusieron sus manos sobre la cabeza de la víctima, (Levítico 8, 22)

  • Luego le trajeron la víctima cortada en pedazos, juntamente con la cabeza, y él los hizo arder sobre el altar. (Levítico 9, 13)

  • Pero si la lepra prolifera hasta cubrir por completo la piel de la persona afectada, de la cabeza a los pies, en cuanto el sacerdote alcanza a ver, (Levítico 13, 12)

  • Si un hombre o una mujer tienen una afección en la cabeza o en el mentón, (Levítico 13, 29)

  • el sacerdote examinará la parte afectada. Si esta aparece más hundida que el resto de la piel, y en ella el pelo se ha vuelto amarillento y débil, el sacerdote tendrá que declarar impuro al enfermo: es tiña, o sea, lepra de la cabeza y del mentón. (Levítico 13, 30)

  • Si pierde el cabello en la parte delantera de la cabeza y se vuelve calvo sobre la frente, también es puro. (Levítico 13, 41)

  • Pero si en la parte calva, ya sea sobre la frente o en la parte posterior de la cabeza, aparece una afección de color rojizo pálido, es lepra que ha proliferado en la parte calva. (Levítico 13, 42)

  • se trata de un leproso. Esa persona es impura, y el sacerdote deberá declararla como tal: tiene lepra en la cabeza. (Levítico 13, 44)

  • Finalmente, el sacerdote derramará el resto del aceite sobre la cabeza del que se purifica. Así realizará el rito de expiación en favor de esa persona, delante del Señor. (Levítico 14, 18)

  • Luego pondrá el resto del aceite que aún le queda en la mano sobre la cabeza de la persona que se purifica, para realizar el rito de expiación en favor de él, delante del Señor. (Levítico 14, 29)

  • Aarón impondrá sus dos manos sobre la cabeza del animal y confesará sobre él todas las iniquidades y transgresiones de los israelitas, cualesquiera sean los pecados que hayan cometido, cargándolas sobre la cabeza del chivo. Entonces lo enviará al desierto por medio de un hombre designado para ello. (Levítico 16, 21)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina