Talált 324 Eredmények: campo de batalla

  • Janamel, hijo de tu tío Salúm, viene hacia ti para decirte: Compra mi campo que está en Anatot, porque a ti te corresponde adquirirlo, en virtud del derecho de rescate". (Jeremías 32, 7)

  • Janamel, el hijo de mi tío, vino a verme en el patio de la guardia, según la palabra del Señor, y me dijo: "Cómprame mi campo que está en Anatot, en el país de Benjamín, porque tú tienes el derecho de adquisición y de rescate: cómpramelo". Yo comprendí que esa era la palabra del Señor; (Jeremías 32, 8)

  • compré a Janamel, el hijo de mi tío, el campo que está en Anatot, y le pesé la plata: diecisiete siclos de plata. (Jeremías 32, 9)

  • Sin embargo, eres tú el que me ha dicho: ‘Compra el campo a precio de plata y toma unos testigos’, mientras la ciudad es entregada en manos de los caldeos". (Jeremías 32, 25)

  • Todos los jefes de las tropas que estaban en el campo, lo mismo que sus hombres, se enteraron de que el rey de Babilonia, había nombrado a Godolías, hijo de Ajicam, gobernador del país, y le había encomendado a los hombres, las mujeres y los niños, y a la gente pobre del país, que no habían sido deportados a Babilonia. (Jeremías 40, 7)

  • Iojanán, hijo de Caréaj, y todos los jefes de las tropas que estaban en el campo, se presentaron a Godolías, en Mispá, (Jeremías 40, 13)

  • Entre ellos se encontraban diez hombres, que dijeron a Ismael: "No nos mates, porque tenemos escondido en el campo trigo, cebada, aceite y miel". Y él desistió de hacerlos morir junto con sus hermanos. (Jeremías 41, 8)

  • ¡Afuera la espada, adentro la peste y el hambre! El que está en el campo morirá por la espada y al que está en la ciudad, lo consumirán el hambre y la peste. (Ezequiel 7, 15)

  • Nadie se compadeció de ti para hacerte alguna de esas cosas, sino que fuiste arrojada en pleno campo, porque dabas asco el día que naciste. (Ezequiel 16, 5)

  • y crece como un retoño del campo". Tú comenzaste a crecer, te desarrollaste y te hiciste mujer; se formaron tus senos y crecieron tus cabellos, pero estabas completamente desnuda. (Ezequiel 16, 7)

  • Tomó además una semilla del país y la sembró en un campo de cultivo: la plantó como un sauce junto a abundantes aguas. (Ezequiel 17, 5)

  • Ella estaba plantada en un campo fértil, junto a abundantes aguas, para dar sarmientos y producir frutos, para convertirse en una espléndida vid. (Ezequiel 17, 8)


“Não sejamos mesquinhos com Deus que tanto nos enriquece.” São Padre Pio de Pietrelcina