Talált 275 Eredmények: comer maná

  • Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol de la vida en medio del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal. (Génesis 2, 9)

  • Y le dio esta orden: "Puedes comer de todos los árboles que hay en el jardín, (Génesis 2, 16)

  • exceptuando únicamente el árbol del conocimiento del bien y del mal. De él no deberás comer, porque el día que lo hagas quedarás sujeto a la muerte". (Génesis 2, 17)

  • La mujer le respondió: "Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín. (Génesis 3, 2)

  • Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió. (Génesis 3, 6)

  • Sólo se abstendrán de comer la carne con su vida, es decir, con su sangre. (Génesis 9, 4)

  • Pero cuando le sirvieron de comer, el hombre dijo: "No voy a comer, si antes no expongo el asunto que traigo entre manos". "Habla", le respondió Labán. (Génesis 24, 33)

  • Esaú dijo a Jacob: "Déjame comer un poco de esa comida rojiza, porque estoy extenuado". Fue por eso que se dio a Esaú el nombre de Edóm. (Génesis 25, 30)

  • "Entonces sírveme, continuó diciendo Isaac, y déjame comer lo que has cazado, para que pueda darte mi bendición". Jacob le acercó la comida, y su padre la comió; también le sirvió vino, y lo bebió. (Génesis 27, 25)

  • Luego Jacob hizo este voto: "Si Dios me acompaña y me protege durante el viaje que estoy realizando, si me da pan para comer y ropa para vestirme, (Génesis 28, 20)

  • Luego se sentaron a comer. De pronto, alzaron la vista y divisaron una caravana de ismaelitas que venían de Galaad, transportando en sus camellos una carga de goma tragacanto, bálsamo y mirra, que llevaban a Egipto. (Génesis 37, 25)

  • Cuando también los egipcios y el pueblo sintieron hambre, y el pueblo pidió a gritos al Faraón que le diera de comer, este respondió: "Vayan a ver a José y hagan lo que él les diga". (Génesis 41, 55)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina