Talált 186 Eredmények: cuatro
Haré venir contra Elám cuatro vientos desde los cuatro confines del cielo. Los dispersaré a los cuatro vientos, y no habrá ni una sola nación adonde no lleguen los expulsados de Elám. (Jeremías 49, 36)
En lo que respecta a las columnas, la altura de una columna era de nueve metros; un hilo de seis metros medía su circunferencia; su espesor era de cuatro dedos, y era hueca por dentro. (Jeremías 52, 21)
En medio del fuego, vi la figura de cuatro seres vivientes, que por su aspecto parecían hombres. (Ezequiel 1, 5)
Cada uno tenía cuatro rostros y cuatro alas. (Ezequiel 1, 6)
Por debajo de sus alas, aparecían unas manos de hombre, sobre los cuatro costados; los cuatro seres tenían rostros y alas. (Ezequiel 1, 8)
En cuanto a la forma de sus rostros, los cuatro tenían un rostro de hombre, un rostro de león a la derecha, un rostro de toro a la izquierda, y un rostro de águila. (Ezequiel 1, 10)
El aspecto de las ruedas era brillante como el topacio y las cuatro tenían la misma forma. En cuanto a su estructura, era como si una rueda estuviera metida dentro de otra. (Ezequiel 1, 16)
Cuando avanzaban, podían ir en las cuatro direcciones, y no se volvían al avanzar. (Ezequiel 1, 17)
Las cuatro ruedas tenían llantas, y yo vi que las llantas estaban llenas de ojos, en todo su alrededor. (Ezequiel 1, 18)
Y tú, hijo de hombre, di: Así habla el Señor a la tierra de Israel: ¡Es el fin! Llega el fin sobre los cuatro extremos del país. (Ezequiel 7, 2)
Yo miré, y vi que había cuatro ruedas al lado de los querubines, una al lado de cada uno, y el aspecto de las ruedas era brillante como el topacio. (Ezequiel 10, 9)
En cuanto a su aspecto, las cuatro tenían la misma forma, y era como si una rueda estuviera metida dentro de otra. (Ezequiel 10, 10)