Talált 26 Eredmények: cuerpos

  • Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne. (Juan 19, 31)

  • Por eso, dejándolos abandonados a los deseos de su corazón, Dios los entregó a una impureza que deshonraba sus propios cuerpos, (Romanos 1, 24)

  • No permitan que el pecado reine en sus cuerpos mortales, obedeciendo a sus malos deseos. (Romanos 6, 12)

  • Y si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús habita en ustedes, el que resucitó a Cristo Jesús también dará vida a sus cuerpos mortales, por medio del mismo Espíritu que habita en ustedes. (Romanos 8, 11)

  • ¿No saben acaso que sus cuerpos son miembros de Cristo? ¿Cómo voy a tomar los miembros de Cristo para convertirlos en miembros de una prostituta? De ninguna manera. (I Corintios 6, 15)

  • ¿O no saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto, ustedes no se pertenecen, (I Corintios 6, 19)

  • sino que han sido comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos. (I Corintios 6, 20)

  • A pesar de esto, muy pocos de ellos fueron agradables a Dios, porque sus cuerpos quedaron tendidos en el desierto. (I Corintios 10, 5)

  • No todos los cuerpos son idénticos: una es la carne de los hombres, otra la de los animales, otra la de las aves y otra la de los peces. (I Corintios 15, 39)

  • Hay cuerpos celestiales y cuerpos terrestres, y cada uno tiene su propio resplandor: (I Corintios 15, 40)

  • Lo mismo pasa con la resurrección de los muertos: se siembran cuerpos corruptibles y resucitarán incorruptibles; (I Corintios 15, 42)

  • se siembran cuerpos humillados y resucitarán gloriosos; se siembran cuerpos débiles y resucitarán llenos de fuerza; (I Corintios 15, 43)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina