Talált 264 Eredmények: descendientes de Jafet

  • Y como lo hicieron dentro de los clanes de los descendientes de Manasés, la herencia de ellas quedó en la tribu del clan de su padre. (Números 36, 12)

  • Yo pongo el país delante de ustedes: vayan a tomar posesión de la tierra que el Señor juró dar a sus padres, a Abraham, a Isaac y a Jacob, y a sus descendientes después de ellos". (Deuteronomio 1, 8)

  • Comunica esta orden al pueblo: Ustedes van a pasar por la región de Seír, donde viven sus hermanos, los descendientes de Esaú, los cuales desconfían de ustedes. Pero atiendan bien: (Deuteronomio 2, 4)

  • Por la ruta de la Arabá, que viene de Elat y de Esión Guéber, bordeamos la región de Seír, donde viven nuestros hermanos, los descendientes de Esaú. Luego dimos vuelta y tomamos el camino del desierto de Moab. (Deuteronomio 2, 8)

  • Entonces el Señor me dijo: "Tampoco ataques a Moab ni lo provoques a la guerra, porque no te daré ninguna fracción de su territorio, ya que la posesión de Ar se la he dado a los descendientes de Lot". (Deuteronomio 2, 9)

  • En Seír, en cambio, primero estuvieron los hurritas; pero los descendientes de Esaú los desposeyeron y los exterminaron, instalándose en lugar de ellos, como lo hizo Israel con la tierra que el Señor le dio en posesión-. (Deuteronomio 2, 12)

  • y luego te vas a enfrentar con los amonitas. No los ataques ni los provoques, porque yo no te daré en posesión ninguna fracción de su territorio, ya que se lo he dado en posesión a los descendientes de Lot". (Deuteronomio 2, 19)

  • Lo mismo había hecho con los descendientes de Esaú, que habitan en Seír, cuando por medio de ellos destruyó a los hurritas; de esta manera, aquellos desposeyeron a los hurritas y se establecieron en su lugar hasta el día de hoy. (Deuteronomio 2, 22)

  • como ya me han dejado los descendientes de Esaú, que viven en Seír, y los moabitas de Ar. Así podré cruzar el Jordán y llegar a la tierra que nos da el Señor, nuestro Dios". (Deuteronomio 2, 29)

  • A partir de la tercera generación, sus descendientes podrán ser admitidos en la asamblea del Señor. (Deuteronomio 23, 9)

  • Ellas estarán siempre sobre ti y sobre tus descendientes, como una señal y una advertencia. (Deuteronomio 28, 46)

  • El Señor, tu Dios, circuncidará tu corazón y el corazón de tus descendientes, para que lo ames con todo tu corazón y con toda tu alma, y así tengas vida. (Deuteronomio 30, 6)


“Cuide de estar sempre em estado de graça.” São Padre Pio de Pietrelcina