Talált 36 Eredmények: destrucción de las cosechas

  • Tú has sido bondadoso con tu servidor y me has demostrado tu gran misericordia, salvándome la vida. Pero yo no podré huir a las montañas, sin que antes caigan sobre mí la destrucción y la muerte. (Génesis 19, 19)

  • Además, el Faraón deberá establecer inspectores en todo el país y exigir a los egipcios la quinta parte de las cosechas durante los siete años de abundancia. (Génesis 41, 34)

  • y él reunió todos los víveres recogidos en esos siete años y los almacenó en las ciudades, depositando en cada una las cosechas de los campos vecinos. (Génesis 41, 48)

  • Porque ya hace dos años que hay hambre en esta región, y en los próximos cinco años tampoco se recogerán cosechas de los cultivos. (Génesis 45, 6)

  • Entonces José promulgó una ley agraria en Egipto -que todavía hoy está en vigencia- por la cual una quinta parte de las cosechas corresponde al Faraón. Sólo las tierras de los sacerdotes no pasaron a ser propiedad del Faraón. (Génesis 47, 26)

  • El trigo y la espelta, en cambio, como son tardíos, escaparon a la destrucción. (Exodo 9, 32)

  • cuanto mayor sea el número de años, mayor será el precio que pagarás; y cuanto menor sea el número de años, menor será ese precio, porque lo que él te vende es un determinado número de cosechas. (Levítico 25, 16)

  • Siete días estarás de fiesta en honor del Señor, tu Dios, en el lugar que él elija. Porque el Señor, tu Dios, te bendecirá en todas tus cosechas y en todas tus obras, para que seas plenamente feliz. (Deuteronomio 16, 15)

  • El tercer año, el año del diezmo, cuando tomes la décima parte de tus cosechas y se la des al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda, a fin de que ellos puedan comer en tus ciudades hasta saciarse, (Deuteronomio 26, 12)

  • Porque se ha encendido el fuego de mi ira y arderá hasta el fondo del abismo; consumirá la tierra y sus cosechas y abrasará los cimientos de las montañas. (Deuteronomio 32, 22)

  • Los empleará como jefes de mil y de cincuenta hombres, y les hará cultivar sus campos, recoger sus cosechas, y fabricar sus armas de guerra y los arneses de sus carros. (I Samuel 8, 12)

  • Esto fue una ocasión de pecado para la casa de Jeroboám, y provocó su destrucción y su exterminio de la faz de la tierra. (I Reyes 13, 34)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina