Talált 84 Eredmények: duelo

  • En cada provincia, a medida que iba llegando la orden del rey y su decreto, había un gran duelo entre los judíos, con ayunos, lágrimas y lamentaciones. Y el sayal y la ceniza sirvieron de lecho para muchos. (Ester 4, 3)

  • por ser esos los días en que los judíos habían quedando libres de sus enemigos, y por ser ese el mes en que la aflicción se les había cambiado en alegría y el duelo en un día de fiesta. Por eso debían festejarlos como días de banquetes y alegría, enviarse regalos unos a otros y ofrecer donativos a los pobres. (Ester 9, 22)

  • Presta atención a mi plegaria, muéstrate propicio con tu heredad, cambia nuestro duelo en alegría, para que vivamos y cantemos himnos a tu Nombre, Señor. ¡No hagas enmudecer la boca de los que te alaban!". (Ester 13, 17)

  • Se despojó de sus vestidos lujosos y se puso ropa de aflicción y de duelo. En lugar de los perfumes refinados, se cubrió la cabeza de ceniza y basura. Mortificó su cuerpo duramente y dejó caer sus cabellos enmarañados sobre aquel cuerpo que antes se complacía en adornar. (Ester 14, 2)

  • ¡Sólo en carne propia siente el sufrimiento, sólo por sí mismo está de duelo! (Job 14, 22)

  • Mi cítara sólo sirve para el duelo y mi flauta para acompañar a los que lloran. (Job 30, 31)

  • sus sacerdotes cayeron bajo la espada, y sus viudas no pudieron celebrar el duelo. (Salmos 78, 64)

  • El recién casado entonó un canto fúnebre; sentada en el lecho nupcial, la esposa estuvo de duelo. (I Macabeos 1, 27)

  • Su Santuario quedó devastado como un desierto, sus fiestas se transformaron en duelo, sus sábados en motivo de burla y su honor en desprecio. (I Macabeos 1, 39)

  • Matatías murió el año ciento cuarenta y seis y fue sepultado en Modín, en el sepulcro de sus padres. Todo Israel hizo un gran duelo por él. (I Macabeos 2, 70)

  • Tu Santuario ha sido pisoteado y profanado, tus sacerdotes están de duelo y humillados, (I Macabeos 3, 51)

  • rasgaron sus vestiduras, hicieron un gran duelo, se cubrieron la cabeza con ceniza (I Macabeos 4, 39)


“Cada Missa lhe obtém um grau mais alto de gloria no Céu!” São Padre Pio de Pietrelcina