Talált 130 Eredmények: evangelio eterno

  • De este Evangelio, yo fui constituido ministro por el don de la gracia que recibí de Dios, en virtud de la eficacia de su poder. (Efesios 3, 7)

  • Él comunicó a unos el don de ser apóstoles, a otros profetas, a otros predicadores del Evangelio, a otros pastores o maestros. (Efesios 4, 11)

  • y también por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar resueltamente el misterio del Evangelio, (Efesios 6, 19)

  • pensando en la colaboración que prestaron a la difusión del Evangelio, desde el comienzo hasta ahora. (Filipenses 1, 5)

  • Y es justo que tenga estos sentimientos hacia todos ustedes, porque los llevo en mi corazón, ya que ustedes, sea cuando estoy prisionero, sea cuando trabajo en la defensa y en la confirmación del Evangelio, participan de la gracia que he recibido. (Filipenses 1, 7)

  • Quiero que ustedes sepan, hermanos, que lo que me ha sucedido más bien ha contribuido al progreso del Evangelio. (Filipenses 1, 12)

  • Estos obran por amor, sabiendo que yo tengo la misión de defender el Evangelio. (Filipenses 1, 16)

  • Solamente les pido que se comporten como dignos seguidores del Evangelio de Cristo. De esa manera, sea que yo vaya a verlos o que oiga hablar de ustedes estando ausente, sabré que perseveran en un mismo espíritu, luchando de común acuerdo y con un solo corazón por la fe del Evangelio, (Filipenses 1, 27)

  • Ya saben que él ha dado pruebas de su virtud, porque sirvió conmigo a la causa del Evangelio, como un hijo junto a su padre. (Filipenses 2, 22)

  • Y a ti, mi fiel compañero, te pido que las ayudes, porque ellas lucharon conmigo en la predicación del Evangelio, junto con Clemente y mis demás colaboradores, cuyos nombres están escritos en el Libro de la Vida. (Filipenses 4, 3)

  • en medio de un fuego ardiente. Entonces él hará justicia con aquellos que no reconocen a Dios y no obedecen al Evangelio de nuestro Señor Jesús. (II Tesalonicenses 1, 8)

  • Él los llamó, por medio de nuestro Evangelio, para que posean la gloria de nuestro Señor Jesucristo. (II Tesalonicenses 2, 14)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina