Talált 1118 Eredmények: fuego del cielo

  • El Señor iba al frente de ellos, de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego, para iluminarlos, de manera que pudieran avanzar de día y de noche. (Exodo 13, 21)

  • La columna de nube no se apartaba del pueblo durante el día, ni la columna de fuego durante la noche. (Exodo 13, 22)

  • Cuando estaba por despuntar el alba, el Señor observó las tropas egipcias desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión entre ellos. (Exodo 14, 24)

  • Entonces el Señor dijo a Moisés: "Yo haré caer pan para ustedes desde lo alto del cielo, y el pueblo saldrá cada día a recoger su ración diaria. Así los pondré a prueba, para ver si caminan o no de acuerdo con mi ley. (Exodo 16, 4)

  • El Señor dijo a Moisés: "Escribe esto en un documento como memorial y grábalo en los oídos de Josué: ‘Yo borraré debajo del cielo el recuerdo de Amalec’". (Exodo 17, 14)

  • La montaña del Sinaí estaba cubierta de humo, porque el Señor había bajado a ella en el fuego. El humo se elevaba como el de un horno, y toda la montaña temblaba violentamente. (Exodo 19, 18)

  • No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas. (Exodo 20, 4)

  • Porque en seis días el Señor hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el día sábado y lo declaró santo. (Exodo 20, 11)

  • El Señor dijo a Moisés: Di a los israelitas: Ustedes han visto que yo les hablé desde el cielo. (Exodo 20, 22)

  • Si un fuego se propaga y alcanza los matorrales, y así se destruye la cosecha ya amontonada o la que aún no había sido segada o el campo, el causante del incendio deberá indemnizar. (Exodo 22, 5)

  • y ellos vieron al Dios de Israel. A sus pies había algo así como una plataforma de lapislázuli, resplandeciente como el mismo cielo. (Exodo 24, 10)

  • El aspecto de la gloria del Señor era a los ojos de los israelitas como un fuego devorador sobre la cumbre de la montaña. (Exodo 24, 17)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina