Talált 345 Eredmények: fuerza interior

• Unos escribas que estaban sentados allí pensaban en su interior: (Marcos 2, 6)

• gritando con fuerza: «¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me atormentes!». (Marcos 5, 7)

• Jesús se dio cuenta en seguida de la fuerza que había salido de él, se dio vuelta y, dirigiéndose a la multitud, preguntó: «¿Quién tocó mi manto?». (Marcos 5, 30)

• Porque es del interior, del corazón de los hombres, de donde provienen las malas intenciones, las fornicaciones, los robos, los homicidios, (Marcos 7, 21)

• Todas estas cosas malas proceden del interior y son las que manchan al hombre». (Marcos 7, 23)

• Porque yo les aseguro que si alguien dice a esta montaña: "Retírate de ahí y arrójate al mar", sin vacilar en su interior, sino creyendo que sucederá lo que dice, lo conseguirá. (Marcos 11, 23)

• Pedro lo había seguido de lejos hasta el interior del palacio del Sumo Sacerdote y estaba sentado con los servidores, calentándose junto al fuego. (Marcos 14, 54)

• Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. (Lucas 1, 51)

• En la sinagoga había un hombre que estaba poseído por el espíritu de un demonio impuro; y comenzó a gritar con fuerza: (Lucas 4, 33)

• Un día, mientras Jesús enseñaba, había entre los presentes algunos fariseos y doctores de la Ley, llegados de todas las regiones de Galilea, de Judea y de Jerusalén. La fuerza del Señor le daba poder para curar. (Lucas 5, 17)

• y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos. (Lucas 6, 19)

• Se parece a un hombre que, queriendo construir una casa, cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Cuando vino la creciente, las aguas se precipitaron con fuerza contra esa casa, pero no pudieron derribarla, porque estaba bien construida. (Lucas 6, 48)