Talált 432 Eredmények: hacer tropezar

  • Ahora piensa bien lo que debes hacer, porque es cosa decidida la ruina de nuestro patrón y de toda su casa. En cuanto a él, ¡no es más que un miserable, al que ni siquiera se le puede hablar!". (I Samuel 25, 17)

  • Samuel dijo a Saúl: "¿Por qué me has perturbado, haciéndome subir?". "Es que estoy en un grave aprieto, respondió Saúl; los filisteos me hacen la guerra, y Dios se ha apartado de mí: ya no me responde, ni por medio de los profetas ni en sueños. Por eso te llamé para que me indiques lo que debo hacer". (I Samuel 28, 15)

  • Natán respondió al rey: "Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor está contigo". (II Samuel 7, 3)

  • Al séptimo día, el niño murió. Los servidores de David no se atrevían a darle la noticia, porque se decían: "Si cuando el niño estaba vivo le hablábamos y no nos escuchaba, ¿cómo le vamos a decir que el niño está muerto? ¡Es capaz de hacer un disparate!". (II Samuel 12, 18)

  • El rey dijo a Sibá: "¿Qué vas a hacer con eso?". Sibá respondió: "Los asnos servirán de cabalgadura a la familia del rey; el pan y la fruta son para que coman los jóvenes, y el vino, para que beban los que desfallezcan en el desierto". (II Samuel 16, 2)

  • Luego Absalón dijo a Ajitófel: "¡Deliberen a ver qué nos conviene hacer!". (II Samuel 16, 20)

  • Jusai se presentó ante Absalón, y este le dijo: "Ajitófel ha dicho esto y esto. ¿Debemos hacer lo que él dice? En caso contrario, danos tu opinión". (II Samuel 17, 6)

  • Y lo que se decía en todo Israel llegó a conocimiento del rey. Entonces el rey David mandó decir a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: "Hablen en estos términos a los ancianos de Judá: ‘¿Por qué van a ser ustedes los últimos en hacer que el rey vuelva a su casa? (II Samuel 19, 12)

  • Ustedes son mis hermanos, de mi propia sangre: ¡no pueden ser los últimos en hacer que vuelva el rey!’. (II Samuel 19, 13)

  • y cruzaron el vado, para hacer pasar a la familia del rey y complacer todos sus deseos. En cuanto a Simei, se arrojó a los pies del rey cuando este iba a cruzar el Jordán, (II Samuel 19, 19)

  • David preguntó a los gabaonitas: "¿Qué puedo hacer por ustedes y con qué podré expiar, para que ustedes bendigan la herencia del Señor?". (II Samuel 21, 3)

  • diciendo: "¡Líbreme el Señor de hacer tal cosa! ¡Es la sangre de estos hombres, que han ido allí exponiendo su vida!". Y no quiso beberla. Esto es lo que hicieron los Tres Valientes. (II Samuel 23, 17)


“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina