Talált 35 Eredmények: historia de la creación

  • Esta es la historia de Noé. Noé era un hombre justo, irreprochable entre sus contemporáneos, y siguió siempre los caminos de Dios. (Génesis 6, 9)

  • Esta es la historia de Jacob. José tenía diecisiete años, y apacentaba el rebaño, ayudando a sus hermanos, los hijos de Bilhá y Zilpá, las mujeres de su padre. En cierta ocasión, refirió a Jacob lo mal que se hablaba de ellos. (Génesis 37, 2)

  • y entonces le contó la misma historia: "El esclavo hebreo que nos trajiste se ha burlado de mí y pretendió violarme. (Génesis 39, 17)

  • El resto de la historia de Abías, sus obras y sus hazañas, están escritos en el Comentario del profeta Idó. (II Crónicas 13, 22)

  • ¡Sí, Dios de mi padre y Dios de la herencia de Israel, Soberano del cielo y de la tierra, Creador de las aguas y Rey de toda la creación: escucha mi plegaria! (Judit 9, 12)

  • La historia de Judas Macabeo y sus hermanos, de la purificación del gran Templo y de la dedicación del altar, (II Macabeos 2, 19)

  • En efecto, teniendo en cuenta la enorme cantidad de cifras y la dificultad que encuentran, por la amplitud de la materia, los que desean sumergirse en los relatos de la historia, (II Macabeos 2, 24)

  • Comencemos, entonces, la narración sin alargar tanto los preliminares, porque sería absurdo extenderse en la introducción y ser breve en la historia misma. (II Macabeos 2, 32)

  • Tomará su celo por armadura y armará a la creación para vengarse de sus enemigos; (Sabiduría 5, 17)

  • Porque la creación, que está al servicio de ti, su Creador, se pone en tensión para castigar a los injustos y se distiende para beneficiar a los que confían en ti. (Sabiduría 16, 24)

  • Porque la creación entera, obedeciendo a tus órdenes, adquiría nuevas formas en su propia naturaleza, para que tus hijos fueran preservados incólumes. (Sabiduría 19, 6)

  • No digas: "Me ocultaré del Señor, y allá en lo alto, ¿quién se acordará de mí? Entre tanta gente pasaré inadvertido: ¿quién soy yo en la inmensa creación?". (Eclesiástico 16, 17)


O Pai celeste está sempre disposto a contentá-lo em tudo o que for para o seu bem”. São Padre Pio de Pietrelcina