Talált 171 Eredmények: holocausto

  • Allí edificó David un altar al Señor, y ofreció holocaustos y sacrificios de comunión. Invocó al Señor, y él le respondió enviando fuego del cielo sobre el altar del holocausto. (I Crónicas 21, 26)

  • David dijo: "¡Esta es la Casa del Señor Dios, y este el altar para el holocausto de Israel!". (I Crónicas 22, 1)

  • También hizo diez recipientes para el agua; los colocó cinco a la derecha y cinco a la izquierda, para las abluciones; en ellos se lavaba lo que servía para el holocausto, pero los sacerdotes hacían su abluciones en el Mar de bronce. (II Crónicas 4, 6)

  • Cuando Salomón terminó de orar, bajó fuego del cielo y devoró el holocausto y los sacrificios. La gloria del Señor llenó la Casa, (II Crónicas 7, 1)

  • Trajeron siete terneros, siete carneros, siete corderos y siete chivos para ofrecerlos en sacrificio expiatorio por el reino, por el Santuario y por Judá, y el rey ordenó a los sacerdotes, hijos de Aarón, que los ofrecieran en holocausto sobre el altar del Señor. (II Crónicas 29, 21)

  • Los sacerdotes los inmolaron, y con la sangre derramada sobre el altar ofrecieron un sacrificio expiatorio por todo Israel, porque el rey había ordenado que el holocausto y el sacrificio expiatorio se ofreciera por todo Israel. (II Crónicas 29, 24)

  • Ezequías ordenó que se ofreciera el holocausto sobre el altar. En el momento de comenzar el holocausto, comenzaron también los cantos del Señor y sonaron las trompetas acompañadas por los instrumentos de David, rey de Israel. (II Crónicas 29, 27)

  • Toda la asamblea permaneció postrada, mientras se cantaban los himnos y resonaban las trompetas, hasta que terminó el holocausto. (II Crónicas 29, 28)

  • Cuando se terminó de ofrecer el holocausto, el rey y todos los que lo acompañaban, doblaron sus rodillas y se postraron. (II Crónicas 29, 29)

  • El número de holocaustos que ofreció la asamblea fue de setenta terneros, cien carneros y doscientos corderos. Todo esto se ofreció como holocausto al Señor. (II Crónicas 29, 32)

  • Además, cuando daban su parte a los grupos de familias de la gente del pueblo, separaban lo que se debía ofrecer al Señor en holocausto, como está escrito en el libro de Moisés. E hicieron lo mismo con los bueyes. (II Crónicas 35, 12)

  • Después ofrecieron el holocausto perpetuo y los holocaustos de los sábados, de los novilunios y de todas las solemnidades dedicadas al Señor, además de lo que cada uno quería ofrecer voluntariamente al Señor. (Esdras 3, 5)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina