Talált 171 Eredmények: juicio final

  • Tú que juzgas a los que hacen esas cosas e incurres en lo mismo, ¿acaso piensas librarte del Juicio de Dios? (Romanos 2, 3)

  • Tampoco se puede comparar ese don con las consecuencias del pecado cometido por un solo hombre, ya que el juicio de condenación vino por una sola falta, mientras que el don de la gracia lleva a la justificación después de muchas faltas. (Romanos 5, 16)

  • Unos tienen preferencia por algunos días, mientras que para otros, todos los días son iguales. Que cada uno se atenga a su propio juicio. (Romanos 14, 5)

  • la obra de cada uno aparecerá tal como es, porque el día del Juicio, que se revelará por medio del fuego, la pondrá de manifiesto; y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno. (I Corintios 3, 13)

  • ¿Cómo es posible que cuando uno de ustedes tiene algún conflicto con otro, se atreve a reclamar justicia a los injustos, en lugar de someterse al juicio de los santos? (I Corintios 6, 1)

  • Todo esto les sucedió simbólicamente, y está escrito para que nos sirva de lección a los que vivimos en el tiempo final. (I Corintios 10, 11)

  • En un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando suene la trompeta final -porque esto sucederá- los muertos resucitarán incorruptibles y nosotros seremos transformados. (I Corintios 15, 52)

  • En esto se manifiesta el justo Juicio de Dios, para que ustedes sean encontrados dignos del Reino de Dios por el cual tienen que sufrir. (II Tesalonicenses 1, 5)

  • Los pecados de algunas personas son tan notorios que no necesitan ser llevados a juicio; los de otras, en cambio, sólo se descubren después. (I Timoteo 5, 24)

  • ahora, en este tiempo final, Dios nos habló por medio de su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas y por quien hizo el mundo. (Hebreos 1, 2)

  • la instrucción sobre los bautismos y la imposición de las manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno. (Hebreos 6, 2)

  • Y así como el destino de los hombres es morir una sola vez, después de lo cual viene el Juicio, (Hebreos 9, 27)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina