Talált 1785 Eredmények: mal
Cristo nos liberó de esta maldición de la Ley, haciéndose él mismo maldición por nosotros, porque también está escrito: Maldito el que está colgado en el patíbulo. (Gálatas 3, 13)
Ahora bien, les digo esto: la Ley promulgada cuatrocientos treinta años después, no puede anular un testamento formalmente establecido por Dios, dejando así sin efecto la promesa. (Gálatas 3, 17)
porque los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y sus malos deseos. (Gálatas 5, 24)
Todos nosotros también nos comportábamos así en otro tiempo, viviendo conforme a nuestros deseos carnales y satisfaciendo las apetencias de la carne y nuestras malas inclinaciones, de manera que por nuestra condición estábamos condenados a la ira, igual que los demás. (Efesios 2, 3)
Así dejaremos de ser niños, sacudidos por las olas y arrastrados por el viento de cualquier doctrina, a merced de la malicia de los hombres y de su astucia para enseñar el error. (Efesios 4, 14)
Eviten la amargura, los arrebatos, la ira, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. (Efesios 4, 31)
Lo mismo digo acerca de las obscenidades, de las malas conversaciones y de las bromas groseras: todo esto está fuera de lugar. Lo que deben hacer es dar gracias a Dios. (Efesios 5, 4)
que saben aprovechar bien el momento presente, porque estos tiempos son malos. (Efesios 5, 16)
Porque nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal que habitan en el espacio. (Efesios 6, 12)
Por lo tanto, tomen la armadura de Dios, para que puedan resistir en el día malo y mantenerse firmes después de haber superado todos los obstáculos. (Efesios 6, 13)
Tengan siempre en la mano el escudo de la fe, con el que podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno. (Efesios 6, 16)
¡Cuídense de los perros, de los malos obreros y de los falsos circuncisos! (Filipenses 3, 2)