Talált 191 Eredmények: mandamientos

  • Tú amenazas a esos malditos arrogantes, que se desvían de tus mandamientos. (Salmos 119, 21)

  • Correré por el camino de tus mandamientos, porque tú me infundes ánimo. (Salmos 119, 32)

  • Condúceme por la senda de tus mandamientos, porque en ella tengo puesta mi alegría. (Salmos 119, 35)

  • Yo deseo tus mandamientos: vivifícame por tu justicia. (Salmos 119, 40)

  • Me deleitaré en tus mandamientos, que yo amo tanto. (Salmos 119, 47)

  • Elevaré mis manos hacia tus mandamientos y meditaré en tus preceptos. (Salmos 119, 48)

  • Esto me ha sucedido porque he observado tus mandamientos. (Salmos 119, 56)

  • Me apresuro, sin titubear, a cumplir tus mandamientos. (Salmos 119, 60)

  • Enséñame la discreción y la sabiduría, porque confío en tus mandamientos. (Salmos 119, 66)

  • Tú eres bueno y haces el bien: enséñame tus mandamientos. (Salmos 119, 68)

  • Tus manos me hicieron y me formaron; instrúyeme, para que aprenda tus mandamientos. (Salmos 119, 73)

  • Todos tus mandamientos son verdaderos; ayúdame, porque me persiguen sin motivo. (Salmos 119, 86)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina