Talált 41 Eredmények: marcha

  • El rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Edóm se pusieron en campaña; pero después de siete días de marcha, faltó el agua para la tropa y para los animales de carga que iban detrás. (II Reyes 3, 9)

  • todos los hombres valientes emprendieron la marcha, retiraron el cadáver de Saúl y los cadáveres de sus hijos, y se los llevaron a Iabés. Allí sepultaron sus huesos bajo el Terebinto de Iabés y ayunaron siete días. (I Crónicas 10, 12)

  • El día doce del primer mes, partimos de las orillas del río Ahavá para ir a Jerusalén. La mano de nuestro Dios estaba sobre nosotros, y él nos preservó durante la marcha de los ataques enemigos y de las emboscadas. (Esdras 8, 31)

  • Al día siguiente, Holofernes ordenó a todo su ejército y a toda la tropa de auxiliares que se habían unido a él, que emprendieran la marcha hacia Betulia, que ocuparan los desfiladeros de la montaña y atacaran a los israelitas. (Judit 7, 1)

  • Allí Benjamín, el más pequeño, abre la marcha con los príncipes de Judá, vestidos de brocado, con los príncipes de Zabulón y los príncipes de Neftalí. (Salmos 68, 28)

  • Los israelitas se estremecían al oír el rumor de aquella multitud, el ruido de su marcha y el estrépito de sus armas, porque era un ejército inmenso y poderoso. (I Macabeos 6, 41)

  • Esta noticia lo enfureció y en seguida se puso en marcha y fue a Tolemaida. Al mismo tiempo, escribió a Jonatán, ordenándole suspender el asedio e ir lo antes posible a Tolemaida para entrevistarse con él. (I Macabeos 11, 22)

  • Luego reanudó la marcha hacia Damasco y recorrió toda la región. (I Macabeos 12, 32)

  • Temiendo que Jonatán se lo impidiera y le hiciera la guerra, buscaba la manera de detenerlo para deshacerse de él. Entonces se puso en marcha y llegó a Betsán. (I Macabeos 12, 40)

  • Después de esto, se puso en marcha para invadir el país y devastarlo. Dio un rodeo por el camino de Adorá, mientras Simón y su ejército le seguían los pasos por todas las partes donde iba. (I Macabeos 13, 20)

  • A pesar de esto, no cedía en lo más mínimo su arrogancia; por el contrario, siempre lleno de soberbia, y exhalando contra los judíos el fuego de su furor, mandaba acelerar la marcha. Pero mientras avanzaba velozmente, se cayó del carro y todos los miembros de su cuerpo quedaron lesionados por la violencia de la caída. (II Macabeos 9, 7)

  • Después de reunirse en particular con los Ancianos, resolvió no esperar que el ejército del rey invadiera Judea y se adueñara de la ciudad, sino ponerse en marcha para decidir la situación con la ayuda de Dios. (II Macabeos 13, 13)


“O Santo Rosário é a arma daqueles que querem vencer todas as batalhas.” São Padre Pio de Pietrelcina