Talált 158 Eredmények: muerto

  • Vinieron de Antioquía y de Iconio algunos judíos que lograron convencer a la multitud. Entonces apedrearon a Pablo y, creyéndolo muerto, lo arrastraron fuera de la ciudad. (Hechos 14, 19)

  • Un muchacho llamado Eutico, que se había sentado en el borde de la ventana, tenía mucho sueño y se dormía mientras Pablo hablaba, hasta que, vencido por el sueño, se cayó desde el tercer piso. Cuando lo levantaron, estaba muerto. (Hechos 20, 9)

  • Ellos esperaban que se hinchara o cayera muerto. Después de un largo rato, viendo que no le pasaba nada, cambiaron de opinión y decían: «Es un dios». (Hechos 28, 6)

  • Su fe no flaqueó, al considerar que su cuerpo estaba como muerto -era casi centenario- y que también lo estaba el seno de Sara. (Romanos 4, 19)

  • ¡Ni pensarlo! ¿Cómo es posible que los que hemos muerto al pecado sigamos viviendo en él? (Romanos 6, 2)

  • Porque el que está muerto, no debe nada al pecado. (Romanos 6, 7)

  • Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él. (Romanos 6, 8)

  • De igual manera, hermanos, por la unión con el cuerpo de Cristo, ustedes han muerto a la Ley, para pertenecer a otro, a aquel que resucitó a fin de que podamos dar frutos para Dios. (Romanos 7, 4)

  • Por eso, entre ustedes hay muchos enfermos y débiles, y son muchos los que han muerto. (I Corintios 11, 30)

  • Luego se apareció a más de quinientos hermanos al mismo tiempo, la mayor parte de los cuales vive aún, y algunos han muerto. (I Corintios 15, 6)

  • Si no fuera así, ¿de qué sirve bautizarse por los que han muerto? Si los muertos no resucitan, ¿qué sentido tiene bautizarse por ellos? (I Corintios 15, 29)

  • Porque el amor de Cristo nos apremia, al considerar que si uno solo murió por todos, entonces todos han muerto. (II Corintios 5, 14)


“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina