Talált 170 Eredmények: preceptos bíblicos

  • Tú eres bendito, Señor: enséñame tus preceptos. (Salmos 119, 12)

  • Mi alegría está en tus preceptos: no me olvidaré de tu palabra. (Salmos 119, 16)

  • Aunque los poderosos se confabulen contra mí, yo meditaré tus preceptos. (Salmos 119, 23)

  • Porque tus prescripciones son todo mi deleite, y tus preceptos, mis consejeros. (Salmos 119, 24)

  • Te expuse mi conducta y tú me escuchaste: enséñame tus preceptos. (Salmos 119, 26)

  • Muéstrame, Señor, el camino de tus preceptos, y yo los cumpliré a la perfección. (Salmos 119, 33)

  • Y caminaré por un camino espacioso, porque busco tus preceptos. (Salmos 119, 45)

  • Elevaré mis manos hacia tus mandamientos y meditaré en tus preceptos. (Salmos 119, 48)

  • Tus preceptos son para mí como canciones, mientras vivo en el destierro. (Salmos 119, 54)

  • La tierra, Señor, está llena de tu amor; enséñame tus preceptos. (Salmos 119, 64)

  • Los orgullosos traman engaños contra mí: pero yo observo tus preceptos. (Salmos 119, 69)

  • Me hizo bien sufrir la humillación, porque así aprendí tus preceptos. (Salmos 119, 71)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina