Talált 5756 Eredmények: preparación para la guerra

  • En el amor no hay lugar para el temor: al contrario, el amor perfecto elimina el temor, porque el temor supone un castigo, y el que teme no ha llegado a la plenitud del amor. (I Juan 4, 18)

  • Les he escrito estas cosas, a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen la Vida eterna. (I Juan 5, 13)

  • Y sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia para que conozcamos al que es Verdadero; y nosotros permanecemos en el que es Verdadero, en su Hijo Jesucristo. El es el Dios verdadero y la Vida eterna. (I Juan 5, 20)

  • a causa de la verdad que permanece en nosotros y que estará con nosotros para siempre. (II Juan 1, 2)

  • Ustedes estén alerta para no perder el fruto de sus trabajos, de manera que puedan recibir una perfecta retribución. (II Juan 1, 8)

  • Tendría muchas otras cosas que escribirles, pero no quise hacerlo por carta, porque espero ir a verlos para hablar con ustedes personalmente, a fin de que nuestra alegría sea completa. (II Juan 1, 12)

  • y ellos dieron testimonio de tu amor delante de la Iglesia. Harás bien en ayudarlos para que puedan proseguir su viaje de una manera digna de Dios, (III Juan 1, 6)

  • porque ellos se pusieron en camino para servir a Cristo, sin aceptar nada de los paganos. (III Juan 1, 7)

  • Espero verte pronto para hablarte personalmente. (III Juan 1, 14)

  • Queridos míos, yo tenía un gran deseo de escribirles acerca de nuestra común salvación, pero me he visto obligado a hacerlo con el fin de exhortarlos a combatir por la fe, que de una vez para siempre ha sido transmitida a los santos. (Judas 1, 3)

  • Porque se han infiltrado entre ustedes ciertos hombres, cuya condenación estaba preanunciada desde hace mucho tiempo. Son impíos que hacen de la gracia de Dios un pretexto para su libertinaje y reniegan de nuestro único Dueño y Señor Jesucristo. (Judas 1, 4)

  • En cuanto a los ángeles que no supieron conservar su preeminencia y abandonaron su propia morada, el Señor los tiene encadenados eternamente en las tinieblas para el Juicio del gran Día. (Judas 1, 6)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina