Talált 64 Eredmények: prodigios

  • y nos hizo salir de Egipto con el poder de su mano y la fuerza de su brazo, en medio de un gran terror, de signos y prodigios. (Deuteronomio 26, 8)

  • las grandes hazañas que ustedes mismos han presenciado, y aquellos signos y prodigios admirables. (Deuteronomio 29, 2)

  • ya sea por todas las señales y prodigios que el Señor le mandó realizar en Egipto contra el Faraón, contra todos sus servidores y contra todo su país, (Deuteronomio 34, 11)

  • Luego envié a Moisés y a Aarón, y castigué a Egipto con los prodigios que realicé en medio de ellos. Después los hice salir de Egipto, a ustedes (Josué 24, 5)

  • Porque el Señor, nuestro Dios, es el que nos hizo salir de Egipto, de ese lugar de esclavitud, a nosotros y a nuestros padres, y el que realizó ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios. Él nos protegió en todo el camino que recorrimos y en todos los pueblos por donde pasamos. (Josué 24, 17)

  • Hiciste signos y prodigios contra el Faraón, contra sus servidores y todo el pueblo de su país, porque sabías con qué arrogancia los habían tratado; así adquiriste un renombre que perdura hasta hoy. (Nehemías 9, 10)

  • y mi nación es Israel, los que clamaron a Dios y fueron salvados. El Señor ha liberado a su pueblo, el Señor nos ha librado de todos esos males, y Dios hizo esos grandes signos y prodigios, como nunca sucedió entre las naciones. (Ester 10, 9)

  • Yo recuerdo las proezas del Señor, sí, recuerdo sus prodigios de otro tiempo; (Salmos 77, 12)

  • El Señor hizo prodigios a la vista de sus padres, en la tierra de Egipto, en los campos de Tanis; (Salmos 78, 12)

  • Porque él hizo portentos en Egipto y prodigios en los campos de Tanis; (Salmos 78, 43)

  • ¿Acaso haces prodigios por los muertos, o se alzan los difuntos para darte gracias? Pausa (Salmos 88, 11)

  • por su intermedio realizó prodigios, hizo portentos en la tierra de Cam: (Salmos 105, 27)


“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina