Talált 1198 Eredmények: purificación después del parto

  • Después Agar dio a Abrám un hijo, y Abrám lo llamó Ismael. (Génesis 16, 15)

  • Después, Dios dijo a Abraham: "Tú, por tu parte, serás fiel a mi alianza; tú, y también tus descendientes, a lo largo de las generaciones. (Génesis 17, 9)

  • Después fue corriendo hasta el corral, eligió un ternero tierno y bien cebado, y lo entregó a su sirviente, que de inmediato se puso a prepararlo. (Génesis 18, 7)

  • Después, los hombres salieron de allí y se dirigieron hacia Sodoma, y Abraham los acompañó para despedirlos. (Génesis 18, 16)

  • Porque yo lo he elegido para que enseñe a sus hijos, y a su familia después de él, que se mantengan en el camino del Señor, practicando lo que es justo y recto. Así el Señor hará por Abraham lo que ha predicho acerca de él". (Génesis 18, 19)

  • Después los hombres preguntaron a Lot: "¿Tienes aquí algún otro pariente? Saca de este lugar a tus hijos e hijas y a cualquier otro de los tuyos que esté en la ciudad, (Génesis 19, 12)

  • Después que lo sacaron, uno de ellos dijo: "Huye, si quieres salvar la vida. No mires hacia atrás, ni te detengas en ningún lugar de la región baja. Escapa a las montañas, para no ser aniquilado". (Génesis 19, 17)

  • Desde allí, Abraham se trasladó a la zona del Négueb y se estableció entre Cades y Sur. Después fue a Guerar, para quedarse allí por un tiempo. (Génesis 20, 1)

  • Después le dijo: "Mi país está a tu disposición: radícate donde mejor te parezca". (Génesis 20, 15)

  • Después de concluida la alianza, Abimélec partió junto con Picol, el jefe de su ejército, y regresó al país de los filisteos. (Génesis 21, 32)

  • Después de estos acontecimientos, Dios puso a prueba a Abraham. "¡Abraham!", le dijo. Él respondió: "Aquí estoy". (Génesis 22, 1)

  • A la madrugada del día siguiente, Abraham ensilló su asno, tomó consigo a dos de sus servidores y a su hijo Isaac, y después de cortar la leña para el holocausto, se dirigió hacia el lugar que Dios le había indicado. (Génesis 22, 3)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina