Talált 84 Eredmények: reina Vasti
Algún tiempo después, cuando al rey Asuero se le pasó el enojo, se acordó de Vasti, de lo que había hecho y de lo que se había decretado contra ella. (Ester 2, 1)
Y la joven que más agrade al rey reinará en lugar de Vasti". Al rey le agradó la propuesta, y así se hizo. (Ester 2, 4)
Él se enamoró de Ester más que de todas las otras mujeres y ella se ganó su favor más que todas las demás jóvenes. El rey puso la diadema real sobre su cabeza y la proclamó reina en lugar de Vasti. (Ester 2, 17)
Al enterarse del plan, Mardoqueo informó a la reina Ester, y ella, a su vez, le habló al rey por encargo de Mardoqueo. (Ester 2, 22)
Las doncellas y los eunucos de Ester fueron a comunicárselo, y la reina se estremeció de angustia. Luego envió ropa a Mardoqueo para que se quitara el sayal y se vistiera, pero él no quiso saber nada. (Ester 4, 4)
No, si te quedas callada en este preciso momento, el alivio y la liberación les vendrán a los judíos de otra parte, mientras que tú y la casa de tu padre desaparecerán. ¡Quién sabe si no has llegado a ser reina precisamente para una ocasión como esta!". (Ester 4, 14)
Al ver a la reina Ester, que estaba de pie en el patio, el rey la miró con benevolencia y extendió hacia ella el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces Ester se acercó y tocó la punta del cetro. (Ester 5, 2)
El rey dijo a Ester: "¿Qué tienes, reina Ester? ¿Qué es lo que quieres? ¡Incluso la mitad de mi reino te será concedida!". (Ester 5, 3)
Luego Amán añadió: "Además, la reina Ester preparó un banquete y me invitó a mí solo junto con el rey. Y también mañana seré su invitado en compañía del rey. (Ester 5, 12)
El rey y Amán fueron al banquete con la reina Ester. (Ester 7, 1)
Aquel segundo día, en el momento de brindar, el rey volvió a decir a Ester: "¿Qué es lo que pides, reina Ester? Lo que sea, te será concedido. ¿Qué es lo que quieres? Aunque sea la mitad del reino, lo tendrás". (Ester 7, 2)
La reina Ester tomó la palabra y dijo: "Rey, si estás dispuesto a hacerme un favor y si esto es lo que te agrada, mi petición es que me concedas la vida y mi deseo es que perdones la vida a mi pueblo. (Ester 7, 3)