Talált 54 Eredmények: salvar
mostrando así que puedes salvar de todo peligro, incluso si uno se embarca sin ninguna experiencia. (Sabiduría 14, 4)
Josué, hijo de Nun, fue valiente en la guerray sucesor de Moisés en el oficio profético. Haciendo honor a su nombre, se mostró grande para salvar a los elegidos, para castigar a los enemigos sublevados y poner a Israel en posesión de su herencia. (Eclesiástico 46, 1)
¡Reúnanse y vengan, acérquense todos juntos, fugitivos de las naciones! No saben lo que hacen los que llevan su ídolo de madera, y suplican a un dios que no puede salvar. (Isaías 45, 20)
lo llevan sobre sus hombros, lo sostienen, lo ponen en su sitio, y allí se queda, sin poder moverse de su lugar: por más que se le grite, él no responde, ni puede salvar de la angustia. (Isaías 46, 7)
No, el Señor no es corto de mano para salvar ni duro de oído para escuchar: (Isaías 59, 1)
¿Quién es ese que llega desde Edóm, desde Bosrá, con las ropas enrojecidas? ¿Quién es ese, ataviado espléndidamente, que se yergue con la plenitud de su poder? -Soy yo, el que habla con justicia, yo, el poderoso para salvar. (Isaías 63, 1)
¿Por qué procedes como un hombre aturdido, como un guerrero impotente para salvar? Pero tú, Señor, estás en medio de nosotros, nosotros somos llamados con tu Nombre: ¡no nos abandones! (Jeremías 14, 9)
Aún se consumían nuestros ojos, aguardando en vano una ayuda; en nuestros puestos de guardia, mirábamos hacia una nación que no puede salvar. (Lamentaciones 4, 17)
aunque se encuentren en ese país estos tres hombres, juro por mi vida -oráculo del Señor- que no podrán salvar ni a sus hijos ni a sus hijas: ellos solos se salvarán, mientras que el país quedará desierto. (Ezequiel 14, 16)
aunque se encuentren en ese país estos tres hombres, juro por mi vida -oráculo del Señor- que no podrán salvar ni a sus hijos ni a sus hijas: ellos solos se salvarán. (Ezequiel 14, 18)
aunque se encuentren en ese país Noé, Daniel y Job, juro por mi vida -oráculo del Señor- que no podrán salvar ni a sus hijos ni a sus hijas: ellos solos se salvarán a causa de su justicia. (Ezequiel 14, 20)
Al oír esto, el rey se apenó profundamente y puso todo su empeño por salvar a Daniel: hasta el atardecer se esforzó por librarlo. (Daniel 6, 15)