Talált 279 Eredmények: vil
A la mañana siguiente, toda la gente vio que el altar del Baal estaba destruido y que habían cortado el poste sagrado que estaba junto a él. Vieron también que un novillo había sido ofrecido en holocausto sobre el altar que acababa de ser edificado. (Jueces 6, 28)
Prendió fuego a las antorchas y soltó a los chacales por los sembrados de los filisteos. Así les quemó las gavillas, el trigo todavía en pie, y hasta los viñedos y olivares. (Jueces 15, 5)
Cuando se levantó para volver a recoger las espigas, Booz ordenó a sus servidores: "Déjenla recoger también entre las gavillas y no la molesten. (Rut 2, 15)
Más aún, saquen algunas espigas de las gavillas y déjenlas caer, y cuando ella las recoja, no le digan nada". (Rut 2, 16)
Cuando el niño dejó de mamar, lo subió con ella, llevando además un novillo de tres años, una medida de harina y un odre de vino, y lo condujo a la Casa del Señor en Silo. El niño era aún muy pequeño. (I Samuel 1, 24)
Y después de inmolar el novillo, se lo llevaron a Elí. (I Samuel 1, 25)
Saúl derrotó a Amalec desde Javilá hasta la entrada de Sur, que está frente a Egipto. (I Samuel 15, 7)
¡Cuánto dolor siento por ti, Jonatán, hermano mío muy querido! Tu amistad era para mí más maravillosa que el amor de las mujeres. (II Samuel 1, 26)
y me humillaré todavía más, envileciéndome así a tus ojos. En cambio, esas esclavas de que hablas, ellas sí me considerarán digno de honra". (II Samuel 6, 22)
y Hadadézer envió mensajeros para movilizar a los arameos del otro lado del Río. Estos llegaron a Helám a las órdenes de Sobac, el jefe del ejército de Hadadézer. (II Samuel 10, 16)
Los hombres de Judá respondieron a los de Israel: "Es porque el rey está más cerca de nosotros. ¿Por qué se van a irritar a causa de esto? ¿Acaso hemos comido a costa del rey o él nos ha concedido algún privilegio?". (II Samuel 19, 43)
Traigamos dos novillos; que ellos se elijan uno, que lo despedacen y lo pongan sobre la leña, pero sin prender fuego. Yo haré lo mismo con el otro novillo: lo pondré sobre la leña y tampoco prenderé fuego. (I Reyes 18, 23)