Talált 521 Eredmények: Alianza de Josué

  • ¿No tenemos todos nosotros un mismo Padre? ¿No nos ha creado el mismo Dios? ¿Por qué nos traicionamos los unos a los otros, profanando la alianza de nuestros padres? (Malaquías 2, 10)

  • Y vosotros decís: ¿Por qué? - Porque Yahveh es testigo entre tú y la esposa de tu juventud, a la que tú traicionaste, siendo así que ella era tu compañera y la mujer de tu alianza. (Malaquías 2, 14)

  • He aquí que yo envío a mi mensajero a allanar el camino delante de mí, y enseguida vendrá a su Templo el Señor a quien vosotros buscáis; y el Angel de la alianza, que vosotros deseáis, he aquí que viene, dice Yahveh Sebaot. (Malaquías 3, 1)

  • porque ésta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos para perdón de los pecados. (Mateo 26, 28)

  • Y les dijo: «Esta es mi sangre de la Alianza, que es derramada por muchos. (Marcos 14, 24)

  • haciendo misericordia a nuestros padres y recordando su santa alianza (Lucas 1, 72)

  • De igual modo, después de cenar, la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre, que es derramada por vosotros. (Lucas 22, 20)

  • «Vosotros sois los hijos de los profetas y de la alianza que Dios estableció con vuestros padres al decir a Abraham: En tu descendencia serán bendecidas todas las familias de la tierra. (Hechos 3, 25)

  • Le dio, además, la alianza de la circuncisión; y así, al engendrar a Isaac, Abraham le circuncidó el octavo día, y lo mismo Isaac a Jacob, y Jacob a los doce patriarcas. (Hechos 7, 8)

  • Nuestros padres que les sucedieron la recibieron y la introdujeron bajo el mando de Josué en el país ocupado por los gentiles, a los que Dios expulsó delante de nuestros padres, hasta los días de David, (Hechos 7, 45)

  • Y esta será mi Alianza con ellos, cuando haya borrado sus pecados. (Romanos 11, 27)

  • Asimismo también la copa después de cenar diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza en mi sangre. Cuantas veces la bibiereis, hacedlo en recuerdo mío.» (I Corintios 11, 25)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina