Talált 521 Eredmények: Alianza de Josué

  • Yo había subido al monte a recoger las tablas de piedra, las tablas de la alianza que Yahveh había concluido con vosotros. Permanecí en el monte cuarenta días y cuarenta noches sin comer pan ni beber agua. (Deuteronomio 9, 9)

  • Al cabo de cuarenta días y cuarenta noches, después de darme las dos tablas de piedra, las tablas de la alianza, (Deuteronomio 9, 11)

  • Yo me volví y bajé del monte, que ardía en llamas, llevando en mis manos las dos tablas de la alianza. (Deuteronomio 9, 15)

  • Yahveh separó entonces a la tribu de Leví para llevar el arca de la alianza de Yahveh, sirviéndole y dando la bendición en su nombre hasta el día de hoy. (Deuteronomio 10, 8)

  • Si hay en medio de ti, en alguna de las ciudades que Yahveh tu Dios te da, un hombre o una mujer que haga lo que es malo a los ojos de Yahveh tu Dios, violando su alianza, (Deuteronomio 17, 2)

  • Estas son las palabras de la alianza que Yahveh mandó a Moisés concluir con los israelitas en el país de Moab, aparte de la alianza que había concluido con ellos en el Horeb. (Deuteronomio 28, 69)

  • Guardad, pues, las palabras de esta alianza y ponedlas en práctica, para que tengáis éxito en todas vuestras empresas. (Deuteronomio 29, 8)

  • a punto de entrar en la alianza de Yahveh tu Dios, jurada con imprecación, que Yahveh tu Dios concluye hoy contigo (Deuteronomio 29, 11)

  • Y no solamente con vosotros hago yo hoy esta alianza y esta imprecación, (Deuteronomio 29, 13)

  • Yahveh le separará de todas las tribus de Israel, para su desgracia, conforme a todas las imprecaciones de la alianza escrita en el libro de esta Ley. (Deuteronomio 29, 20)

  • Y se dirá: «Porque han abandonado la alianza que Yahveh, Dios de sus padres, había concluido con ellos al sacarlos del país de Egipto; (Deuteronomio 29, 24)

  • Yahveh tu Dios pasará delante de ti, él destruirá ante ti esas naciones y las desalojará. Será Josué quien pasará delante de ti, como ha dicho Yahveh. (Deuteronomio 31, 3)


“Devo fazer somente a vontade de Deus e, se lhe agrado, o restante não conta.” São Padre Pio de Pietrelcina