Talált 485 Eredmények: Altar de Incienso en la Biblia

  • Abrirá el ave entre las alas, sin llegar a partirla; y la quemará en el altar, encima de la leña colocado sobre el fuego. Es un holocausto, un manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. (Levítico 1, 17)

  • Cuando alguien ofrezca a Yahveh una oblación, su ofrenda consistirá en flor de harina, sobre la que derramará aceite y pondrá incienso. (Levítico 2, 1)

  • La llevará a los hijos de Aarón, a los sacerdotes; tomará un puñado de la harina con aceite y todo el incienso; el sacerdote lo quemará en el altar como memorial, manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. (Levítico 2, 2)

  • La oblación que ha sido preparada con estas cosas, se la llevarás a Yahveh. Será presentada al sacerdote, quien la llevará al altar. (Levítico 2, 8)

  • El sacerdote reservará parte de la oblación como memorial y lo quemará en el altar, como manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. (Levítico 2, 9)

  • Sí que los podréis ofrecer como ofrenda de primicias, pero no subirán al altar como sacrificio de calmante aroma. (Levítico 2, 12)

  • Derramarás sobre ella aceite y le echarás además incienso; es una oblación. (Levítico 2, 15)

  • El sacerdote quemará, como memorial de la misma, parte del grano majado y del aceite, con todo el incienso, como manjar abrasado para Yahveh. (Levítico 2, 16)

  • Impondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará en la entrade de la Tienda del Encuentro. Luego los hijos de Aarón, los sacerdotes, derramarán la sangre alrededor del altar. (Levítico 3, 2)

  • Los hijos de Aarón lo quemarán en el altar encima del holocausto que está sobre la leña, que está encima del fuego. Será un manjar abrasado de calmante aroma para Yahveh. (Levítico 3, 5)

  • impondrá su mano sobre la cabeza de la ofrenda y la inmolará ante la Tienda del Encuentro; los hijos de Aarón derramarán la sangre alrededor del altar. (Levítico 3, 8)

  • El sacerdote lo quemará en el altar como alimento, manjar abrasado para Yahveh. (Levítico 3, 11)


“Mesmo quando perdemos a consciência deste mundo, quando parecemos já mortos, Deus nos dá ainda uma chance de entender o que é realmente o pecado, antes de nos julgar. E se entendemos corretamente, como podemos não nos arrepender?” São Padre Pio de Pietrelcina